Bitcoin reduce el ritmo de crecimiento de su suministro aproximadamente cada cuatro años, un mecanismo que ha definido históricamente los movimientos del mercado cripto. Sin embargo, tras el cuarto halving en abril de 2024, tanto el precio de Bitcoin como el conjunto del sector muestran patrones inéditos. Tradicionalmente, el halving marca el final del mercado bajista y el comienzo de una nueva fase alcista, cuyo máximo suele alcanzarse en el plazo de un año. Pero el ciclo 2024–2025 ha desconcertado a muchos inversores: aunque Bitcoin ha alcanzado récords históricos, el mercado carece de la euforia generalizada de ciclos anteriores. En su lugar, la subida ha sido gradual y contenida, la volatilidad se ha reducido y crece el escepticismo sobre la vigencia del ciclo de cuatro años.
¿Qué diferencia este ciclo? ¿Qué elementos de la teoría del ciclo de cuatro años siguen siendo relevantes? ¿Qué factores han cambiado el ritmo del ciclo? En un contexto de condiciones macroeconómicas cambiantes, flujos institucionales y apatía minorista, ¿qué le espera a Bitcoin? Este análisis examina el comportamiento actual del mercado tras el halving, explora la evolución de las tendencias cíclicas y sus impulsores, y anticipa las posibles trayectorias de precios hasta finales de 2025 y 2026, ofreciendo a los inversores una visión profunda y completa.

Fuente: https://coinmarketcap.com/charts/crypto-market-cycle-indicators/
El 19 de abril de 2024, Bitcoin completó su cuarto halving de recompensa por bloque, reduciendo las recompensas de 6,25 BTC a 3,125 BTC. Históricamente, los halvings ocurren al final de los mercados bajistas, con mercados alcistas desarrollándose en los siguientes 12–18 meses. Sin embargo, el ciclo 2024–2025 presenta ritmos familiares y notables diferencias respecto al pasado.
En resumen, aunque el mercado alcanzó nuevos máximos tras el halving y el tiempo global fue el esperado, la textura de la subida y la experiencia de los participantes fueron radicalmente distintas. Por ello, cada vez más inversores se preguntan si el ciclo de cuatro años de Bitcoin está perdiendo poder predictivo. Entonces, ¿qué partes de la teoría tradicional siguen siendo válidas y qué está cambiando?
Bajo la superficie, la lógica central del ciclo de cuatro años de Bitcoin permanece. Las restricciones de oferta impulsadas por el halving siguen sustentando la apreciación de precios a largo plazo, y la psicología inversora aún oscila entre la avaricia y el miedo, aunque de forma más contenida en este ciclo.
En conclusión: Los motores fundamentales del ciclo de cuatro años de Bitcoin—contracción de oferta y psicología inversora recurrente—siguen activos. Los halvings siguen marcando puntos de inflexión en la oferta y demanda, y el mercado continúa oscilando entre miedo y avaricia. Sin embargo, una serie de nuevos factores están alterando y redefiniendo la apariencia externa del ciclo, haciendo que su ritmo sea más difícil de prever.
Si la lógica esencial del ciclo de halving sigue vigente, ¿por qué este ciclo es tan difícil de descifrar? La respuesta: el ritmo dominante del halving ha sido alterado por una serie de nuevas fuerzas, generando un panorama mucho más complejo.

Fuente: https://coinmarketcap.com/charts/bitcoin-dominance/
1. ETF y capital institucional: cambios estructurales. Desde 2024, se aprobaron y lanzaron ETF spot de Bitcoin en EE. UU., dando paso a enormes flujos institucionales y transformando fundamentalmente la dinámica tradicional minorista y apalancada del mercado. Para octubre de 2025, los ETF spot de Bitcoin cotizados en EE. UU. gestionaban 176.000 millones $ en activos. El capital institucional no solo impulsó los precios al alza, sino que también aumentó la estabilidad del mercado: el coste medio de los inversores en ETF ronda los 89.000 $, ahora un nivel de soporte crítico. Pero cuando el sentimiento se revierte, las grandes posiciones en ETF pueden convertirse rápidamente en presión vendedora, provocando fuertes shocks de liquidez. Desde finales de octubre de 2025, ante vientos macroeconómicos adversos, las instituciones comenzaron a retirar posiciones de forma significativa. Desde el 10 de octubre, los ETF spot de Bitcoin en EE. UU. han registrado salidas netas de 3.700 millones $, 2.300 millones $ solo en noviembre. La era ETF ha hecho el mercado “más estable y más frágil”: la volatilidad se amortigua en mercados alcistas lentos, pero si se rompe el soporte clave (como el coste medio de 89.000 $), las caídas pueden ser súbitas y pronunciadas.

Fuente: https://coinmarketcap.com/etf/bitcoin/

Fuente: https://coinmarketcap.com/charts/bitcoin-treasuries/
2. Narrativas fragmentadas y rotación rápida de temáticas. Durante el mercado alcista de 2020–2021, DeFi y los NFT ofrecieron una narrativa unificadora, canalizando capital de Bitcoin hacia activos más riesgosos. En este ciclo, los sectores calientes han estado fragmentados y han durado poco. La rotación narrativa rápida implica que el capital persigue tendencias a alta frecuencia, rara vez permanece en un sector, rompiendo la antigua dinámica “Bitcoin lidera, altcoins siguen”. Entre 2023–2025, las temáticas cambiaron velozmente, sin un hilo dominante:
La rotación sectorial acelerada llevó al capital a perseguir modas de corto plazo, sin permanencia. Así, las altcoins no vivieron un auge generalizado; muchos tokens de mediana y pequeña capitalización tocaron techo temprano y retrocedieron, mientras Bitcoin mantuvo su dominio pese a ganancias modestas. Este “mercado fragmentado” hizo que la fase final alcista careciera del relevo especulativo típico de ciclos anteriores. Por tanto, el pico de este ciclo fue impulsado por la subida sostenida de Bitcoin, no por una subida generalizada de las criptomonedas, resultando en un mercado relativamente contenido.
3. Reflexividad: expectativas autocumplidas del ciclo. A medida que el “ciclo de cuatro años por halving” se popularizó, el comportamiento de los participantes empezó a alterar el ritmo del ciclo. Con todos esperando una subida tras el halving, la toma de posiciones y beneficios anticipados se volvió la norma. Muchos veteranos entraron temprano y tomaron ganancias antes de lo habitual. Los tenedores de ETF, creadores de mercado y mineros también ajustaron estrategias: al acercarse a “máximos teóricos”, redujeron exposición en masa, amplificando la presión vendedora. El mercado alcista puede terminar antes de alcanzar la euforia total, provocando que los picos de ciclo lleguen antes y sean más bajos que en el pasado.
4. Variables macroeconómicas y políticas: corrientes externas. En comparación con ciclos previos, la regulación y la política—especialmente la política de la Fed y los riesgos geopolíticos—han tenido un papel más relevante que nunca. Tras asumir el cargo, Trump impulsó políticas pro-Bitcoin y cripto, pero el progreso fue menor al esperado. Al final de 2024, los mercados apostaron por un nuevo ciclo de relajación monetaria, impulsando los activos cripto. Pero a finales de 2025, las condiciones macro cambiaron: los datos de inflación de EE. UU. fluctuaron, las perspectivas económicas se volvieron inciertas y las expectativas de recortes de tasas de la Fed variaron. En octubre de 2025, las disputas arancelarias EE. UU.–China provocaron ventas en bolsa y dudas sobre más relajación de la Fed. La incertidumbre sobre tasas pesó sobre los activos de riesgo y Bitcoin siguió el sentimiento de aversión al riesgo a la baja.
5. Doble papel de las tesorerías de activos digitales (DAT). Desde 2024, más instituciones y empresas públicas han añadido Bitcoin y otros criptoactivos a sus balances, creando tesorerías de activos digitales (DAT). Grandes firmas como MicroStrategy siguieron acumulando Bitcoin como reserva; incluso muchas empresas de otros sectores anunciaron compras cripto para aumentar su valoración. Estos tenedores institucionales aportaron compras constantes durante el mercado alcista, actuando como “reservorio” y ayudando a elevar precios. Pero las DAT implican riesgos: la mayoría compró en niveles altos, por lo que caídas bruscas pueden provocar pérdidas, presión inversora o ventas forzadas. Aunque aún no ha habido ventas masivas, los tenedores DAT añaden una nueva preocupación en los suelos de mercado. Las DAT refuerzan la narrativa de oro digital de Bitcoin, pero también vinculan su volatilidad más estrechamente a las finanzas tradicionales.
En resumen: Los ETF y el capital institucional, las narrativas fragmentadas, la reflexividad, la política macro y las DAT han dado forma al ciclo anómalo 2024–2025. Ahora es esencial una perspectiva macro más matizada. Aplicar las reglas antiguas del ciclo ya no basta; comprender los impulsores y la nueva estructura de mercado es clave.
Al cierre de 2025, Bitcoin se encuentra en un punto crucial tras una fuerte corrección: ¿es el fin de la subida y el inicio de una fase bajista, o una consolidación antes de un nuevo impulso alcista? El mercado está dividido. De cara a diciembre de 2025 y a 2026, deben sopesarse tanto los patrones cíclicos como las nuevas variables, recurriendo a diversas perspectivas para un análisis racional.
A pesar de la incertidumbre a corto plazo, las principales instituciones siguen muy optimistas sobre las perspectivas de Bitcoin a largo plazo. ARK Invest, por ejemplo, mantiene su objetivo de 1,5 millones $ para 2030, lo que aporta confianza estructural. Sin embargo, en el corto y medio plazo, los inversores se centran en el recorrido real de Bitcoin en 2026, un año que pondrá a prueba la paciencia y la disciplina.
En resumen, el ciclo de cuatro años de Bitcoin sigue vigente, pero está evolucionando. El mercado 2024–2025 demuestra que los shocks de oferta por halving continúan impulsando tendencias de largo plazo, pero la entrada de capital institucional, el cambio de condiciones macro y las nuevas expectativas inversoras han creado un ciclo más complejo e impredecible. Al mismo tiempo, emergen fuerzas racionales, mejora la infraestructura y se acumula valor a largo plazo.
Para los inversores cripto, esto implica actualizar su enfoque y estrategia: adoptar el análisis basado en datos, la inversión de valor a largo plazo y aprovechar oportunidades estructurales. Lo más importante, abordar los ciclos con racionalidad: mantener la calma ante la euforia alcista y sostener la convicción en los suelos bajistas. Bitcoin ha marcado máximos históricos en múltiples ciclos, con su valor subyacente y efectos de red en constante crecimiento. Los ciclos pueden alargarse y la volatilidad reducirse, pero la tendencia alcista de fondo permanece. Cada corrección elimina a los débiles y permite acumular activos valiosos; cada innovación siembra nuevo crecimiento, impulsando la evolución continua del sector cripto.
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