Durante mucho tiempo, la cultura se ha movido en una sola dirección: “Los artistas crean, los fans amplifican, las plataformas y marcas monetizan la energía y todos los demás ven cómo el valor se escapa de sus manos”.

Es extraño cuando lo piensas. Los que hacen cultura rara vez poseen alguna parte de ella. Luego llegó la era de las monedas de celebridades. Prometía una revolución, pero se basó en la extracción, no en la inclusión. Los fans no eran socios; eran liquidez de salida. La idea era correcta, pero la ejecución fue equivocada.

Y ahí es donde entra @thrustdotcom, está construyendo lo que llama un “mercado de capital para creadores”, un lugar donde los momentos se convierten en mercados, y la atención en sí misma tiene valor.

Porque cada cambio cultural real comienza con un momento. Una canción que sale y cambia el sonido de una semana, un clip que explota de la nada, un regreso del que internet no puede dejar de hablar.

Eesa chispa, esa energía, siempre ha sido el latido de la cultura. Pero hasta ahora, nunca había vuelto a las personas que la hicieron real. Thrust cambia eso.

Cuando un momento sucede, su moneda reacciona. Los mercados se mueven con la cultura, no en contra de ella.
Los fans pueden poseer una parte de la historia, comerciarla o simplemente guardarla como prueba de que estuvieron allí cuando ocurrió.

Todo es transparente, creadores reales, acceso justo, mercados abiertos. Thrust no es otro ciclo de hype, sino una corrección cultural. La idea de que el valor de un momento no debería desaparecer en el balance de alguien más.

Estoy muy emocionado por esto porque, la cultura finalmente es una moneda ahora, y Thrust se asegura de que finalmente pertenezca a quienes la crean.