¿Quieres poseer un tesoro artístico italiano pero no puedes soltar millones en una subasta? Hay otra ruta ahora. Réplicas digitales de obras maestras clásicas están llegando al mercado, y están valoradas como autos deportivos de lujo, no como piezas de museo. Hablamos de NFTs de alta gama que permiten a los coleccionistas poseer versiones digitales verificadas sin las etiquetas de precio de ocho cifras. ¿El inconveniente? Estás comprando procedencia y escasez en forma de píxel, no en lienzo y óleo. Aún así, para los entusiastas que han sido excluidos de los mercados de arte tradicionales, es un nuevo y salvaje punto de entrada para poseer obras icónicas.