El juego en el mercado de criptomonedas ha cambiado por completo.

¿Recuerdas el último ciclo? Cualquier criptomoneda podía multiplicarse por varias veces, ¿y ahora? Solo queda Bitcoin haciendo su espectáculo en solitario. ¿Temporada de altcoins? No existe. Esos nuevos proyectos que se lanzan solo vienen a cosechar: levantan el precio, sacan el producto y el equipo desaparece sin dejar rastro.

La cantidad se ha descontrolado. Las principales plataformas tienen decenas de miles de tokens en transacción, esto no es emitir monedas, es como una máquina de imprimir billetes funcionando a toda capacidad. Proyectos en el aire uno tras otro, la burbuja se infla y se rompe, se rompe y se infla de nuevo.

La raíz del problema es clara: nadie se preocupa por la construcción, todos están enfocados en el dinero rápido. Las barreras para emitir monedas son absurdamente bajas, y los equipos de proyecto ni siquiera se molestan en escribir un libro blanco de manera seria. Lo que necesita el mercado no son más tipos de monedas, sino proyectos que realmente tengan valor.

Es hora de frenar. En lugar de seguir acumulando cantidad, es mejor centrarse en la calidad; de lo contrario, este círculo acabará siendo destruido por uno mismo.