Anoche, Bitcoin cayó brevemente por debajo de 86,500 dólares, con una caída diaria superior al 5%, sorprendiendo a las posiciones en largo.

El pánico llega rápido, y se va rápido: las últimas noticias muestran que la probabilidad de que la Reserva Federal baje las tasas en diciembre ya ha aumentado al 87%, y Trump también anunció de repente "ya he elegido al próximo presidente de la Reserva Federal". Con esta combinación de factores, hay analistas que afirman directamente: 120,000 dólares no es un sueño.

Primero hablemos de lo que hay detrás de la caída abrupta. En el aspecto macroeconómico, los datos de inflación son muy persistentes, los rumores de aranceles no cesan, ¿quién se atreve a mover activos de riesgo? La situación en el ETF es aún más grave, en noviembre se registró una salida neta de más de 3,5 mil millones de dólares, el capital está votando con los pies. Además, con decenas de miles de millones en posiciones en largo forzadas a liquidarse, se desencadenó una serie de liquidaciones, y una vez que comienza la espiral de desapalancamiento, no se puede detener. Ah, y también está lo de Yearn Finance — cuando el hacker actúa, todo el mundo en el círculo DeFi tiembla.

Pero la oportunidad podría estar escondida en la mesa de juego de la Reserva Federal. La analista Rachael Lucas presenta dos escenarios: si la reducción de tasas se cumple como se espera, podría subir un 10%-15% en una semana, alcanzando entre 95,000 y 100,000 dólares; si Powell envía más señales dovish, 110,000 e incluso 120,000 no serían exagerados.

Ahora la clave está en varias posiciones: 87,000 dólares es la línea de vida; si no se mantiene, podría caer hasta 80,400 e incluso 75,000. Hay dos catalizadores: la reducción de tasas y la aparición del nuevo presidente. Una vez que se enciendan las expectativas de liquidez, el sentimiento del mercado puede cambiar de inmediato.

Por supuesto, también hay que estar atentos a la táctica de "cuando las noticias buenas se agotan, llegan las malas". Si Powell de repente cambia su tono y sugiere una pausa en la flexibilización, retroceder a 80,000 dólares no es imposible. Lo que el mercado siempre quiere no son promesas vacías, sino liquidez en dinero real.

Reducción de tasas de interés + cambio de liderazgo, estas dos cartas ya están sobre la mesa. ¿Estás listo con tus fichas?