Quien sea lo suficientemente audaz como para mostrar capturas de pantalla de donaciones falsas, en su corazón nunca tiene buenas intenciones, sino que está apostando.
Él apuesta a que nadie investigará a fondo, Los fanáticos del juego no se molestan en comparar los detalles, Las emociones de juego pueden superar la lógica, Apostar que la imagen que uno mismo ha creado podrá mantenerse un tiempo.
En pocas palabras, esta mentalidad no se trata de hacer buenas acciones, sino de querer pegar la etiqueta de "buena persona" a uno mismo, utilizando un poco de falsa bondad para ganar más confianza, poder de palabra y tráfico.
En el momento en que presionó publicar, a menudo lo hacía con un sentimiento de suerte: "No debería haber nadie que lo descubra, ¿verdad?" "Más o menos está bien, ¿no?" "La gente ve 'donado' y se da pereza preguntar más, ¿verdad?"
Pero esta suerte es en esencia un sentimiento de culpa. Las personas que realmente hacen el bien no necesitan retocar fotos, y aquellos que tienen la conciencia tranquila no temen mostrar la imagen original.
Las capturas de pantalla de donaciones falsas no son para ayudar a nadie, sino para mostrar a quién. Dicho de manera más dura: lo que donan no es dinero, es su imagen; lo que engañan no es buena voluntad, es confianza.
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Quien sea lo suficientemente audaz como para mostrar capturas de pantalla de donaciones falsas, en su corazón nunca tiene buenas intenciones, sino que está apostando.
Él apuesta a que nadie investigará a fondo,
Los fanáticos del juego no se molestan en comparar los detalles,
Las emociones de juego pueden superar la lógica,
Apostar que la imagen que uno mismo ha creado podrá mantenerse un tiempo.
En pocas palabras, esta mentalidad no se trata de hacer buenas acciones, sino de querer pegar la etiqueta de "buena persona" a uno mismo, utilizando un poco de falsa bondad para ganar más confianza, poder de palabra y tráfico.
En el momento en que presionó publicar, a menudo lo hacía con un sentimiento de suerte:
"No debería haber nadie que lo descubra, ¿verdad?"
"Más o menos está bien, ¿no?"
"La gente ve 'donado' y se da pereza preguntar más, ¿verdad?"
Pero esta suerte es en esencia un sentimiento de culpa.
Las personas que realmente hacen el bien no necesitan retocar fotos, y aquellos que tienen la conciencia tranquila no temen mostrar la imagen original.
Las capturas de pantalla de donaciones falsas no son para ayudar a nadie, sino para mostrar a quién.
Dicho de manera más dura: lo que donan no es dinero, es su imagen; lo que engañan no es buena voluntad, es confianza.