Ayer los datos del ETF de Al Contado de Ethereum fueron interesantes: la salida neta diaria fue de casi 80 millones de dólares, y Grayscale fue quien retiró más. A primera vista parece que el capital tradicional está dudando en los Token convencionales, pero en realidad, el dinero no ha desaparecido, solo ha cambiado a un lugar más imaginativo.

El dinero realmente inteligente ya ha comenzado a apostar en esta pista más fundamental de la potencia de IA. La potencia está convirtiéndose en el "petróleo digital" de la nueva era, y cómo financiarlo y permitir que más personas participen en la repartición del pastel es la clave.

El proyecto GAIB es bastante típico. Mientras todos todavía están atentos a las entradas y salidas de los ETF, en menos de un año han recaudado más de 25 millones de dólares, y lo más impresionante es que han invertido directamente más de 50 millones de dólares en construir centros de computación de IA en Tailandia y Singapur. Dinero real invertido en hardware, no es un simple PowerPoint.

Su forma de jugar es bastante directa: empaquetar un grupo de GPU físicas en un activo digital AID. Poseer AID es equivalente a poseer acciones de estos "mineros de IA", lo que permite recibir una parte de los ingresos en efectivo. Actualmente, la tasa de rendimiento anual es de aproximadamente 16%, y no es un juego numérico vacío como en DeFi, ya que detrás de esto hay ingresos reales por alquiler de poder de cálculo: las empresas de IA necesitan entrenar modelos, por lo que deben alquilar GPUs, y el alquiler es la fuente de ingresos.

El mercado se está diversificando. Por un lado, está la competencia por el stock de activos digitales tradicionales, y por el otro, las oportunidades de crecimiento en infraestructura de IA. Mientras los ETF aún están lidiando con la volatilidad de decenas de millones en salidas, ya hay quienes están construyendo la "planta de energía" de la próxima generación de economía digital. La certeza en esta dirección podría ser más fuerte que estar enfocado en las velas.