La industria de los juegos ha sido dominada por algunos nombres durante demasiado tiempo. Steam controla el canal de distribución de PC, Sony mantiene el ecosistema de consolas, y en el ámbito móvil hay otro conjunto de reglas. La lógica es muy simple: ellos invierten dinero en hacer juegos o compran derechos de distribución, los ponen en su propia plataforma y te los venden, luego cuentan el dinero. ¿Y tú qué eres? Un usuario de pago, nada más.

Pero Web3 ha dado la vuelta completamente a esta lógica.

¿Cuál es el mayor problema del modo tradicional? Trata a los jugadores como el final de la cadena de valor: gastas dinero en comprar juegos, inviertes tiempo en jugar, creas contenido en la comunidad, haces guías, participas en competiciones, generando un enorme valor inmaterial. Pero todo ese valor es absorbido por la plataforma, no recibes un centavo de reparto. Tu tiempo, tu pasión, tu red social, son todos medios de producción de otros.

Yield Guild Games vio esta enorme trampa.

¿Qué están haciendo? Convertir a los jugadores en accionistas. La jugabilidad central de la guilda YGG es organizar a los jugadores dispersos y empaquetar tu tiempo de juego, habilidades e influencia comunitaria en un tipo de "capital de productividad". No es algo vacío: cuando miles de jugadores actúan colectivamente, tienen poder de negociación sobre los proyectos de juegos.

Más radical es el YGG Launchpad. Ha creado un mercado que conecta directamente el "capital de productividad" de los jugadores con las primeras etapas del desarrollo del juego. No esperas a que el juego se lance para ser un agricultor, sino que durante la fase de prueba, a través de completar tareas (probar errores, generar contenido, proporcionar liquidez inicial) obtienes tokens del juego, que representan derechos de ingresos futuros en dinero real.

¿Has comprendido la naturaleza disruptiva de esta lógica?

Camino tradicional: la empresa invierte dinero → desarrolla el juego → los jugadores consumen → la empresa gana dinero. Los jugadores siempre son el último eslabón.

Ruta YGG: los jugadores invierten trabajo en el juego → ayudan a iniciar el proyecto → el juego crece → los jugadores y desarrolladores comparten las ganancias.

Esto no es una utopía, es el «capitalismo de jugadores»: cuando tus acciones en el juego se convierten en un activo negociable y valorizable, la estructura de poder de toda la industria cambia. Las plataformas centralizadas controladas por los gigantes se volverán cada vez más incómodas en este nuevo paradigma.