India acaba de lanzar Sanchar Saathi, una aplicación de ciberseguridad respaldada por el gobierno que está generando bastante debate. La herramienta permite a los ciudadanos rastrear conexiones móviles e informar sobre actividades sospechosas—suena útil, ¿verdad? Pero aquí es donde se complica.

Los críticos argumentan que este tipo de vigilancia centralizada choca con la ética de privacidad que muchos entusiastas de las criptomonedas defienden. Mientras que las finanzas tradicionales se basan en KYC y supervisión gubernamental, el mundo de la blockchain prospera en la seudonimia y la autocustodia. ¿El enfoque de Sanchar Saathi? Totalmente opuesto. Está diseñado para vincular tu identidad digital a los registros estatales, lo que levanta señales de alerta para cualquiera que valore la soberanía de los datos.

Algunos lo ven como un mal necesario para combatir el fraude y el cibercrimen. ¿Otros? Están preocupados de que sea una pendiente resbaladiza hacia la vigilancia masiva. En un mundo donde proyectos como Zcash y Monero luchan por la privacidad financiera, las aplicaciones gubernamentales que rastrean cada uno de tus movimientos parecen un paso atrás.

Vale la pena ver cómo se desarrolla esto, especialmente a medida que más naciones exploran tácticas similares.