¿Mi viaje en el mundo cripto? Empezó mucho antes de que tocara mi primer Bitcoin.

Noviembre de 2016. Dieciocho años, acababa de escapar del infierno con dos hermanos pequeños dependiendo de mí. Sin red de seguridad. Sin plan B.

Llevaba meses buscando trabajos freelance: programación, diseño, lo que fuera que pagara. Conseguí reunir unos pocos miles de dólares. Suficiente para alquilar un minipiso. 24 metros cuadrados. Apenas espacio para respirar, pero era nuestro.

Ese minúsculo apartamento se convirtió en nuestra fortaleza. Mis hermanos tenían camas. Yo tenía un portátil y una pregunta que me quemaba por dentro: ¿cómo convierto esta situación tan frágil en algo sostenible?

Fue entonces cuando empecé a investigar sobre cripto. No como una apuesta. Como un salvavidas.

(Este es el prólogo. La verdadera historia viene después.)