La nueva administración está revirtiendo los estándares anteriores de eficiencia de combustible, y la industria automovilística parece bastante satisfecha con ello. Este cambio de política podría desbloquear potencialmente más de $109 mil millones en ahorros de costes en todo el sector. Grandes actores como Ford ya han expresado su apoyo a la normativa revisada. Merece la pena observar cómo se desarrolla esta situación: los cambios regulatorios suelen tener efectos en cadena en los mercados de maneras inesperadas, afectando a todo, desde los costes de fabricación hasta los patrones de gasto de los consumidores.
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AirdropHunterXM
· hace13h
Hmm... ¿Se ahorran 10.900 millones de dólares y al final el consumidor solo puede ahorrar unos pocos céntimos? Jaja
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ShitcoinArbitrageur
· hace13h
Pues eso... lo de siempre, al final quienes pagan son los consumidores.
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GasWrangler
· hace14h
NGL, la cifra de $109B es solo contabilidad superficial; si realmente analizas el mempool de los costes de cumplimiento normativo, verías que la verdadera optimización ocurre en la capa base. La postura de Ford es predecible, técnicamente hablando.
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LightningLady
· hace14h
Dicen que con esta relajación de los estándares de consumo de combustible, las grandes empresas están eufóricas... Un pastel de 109.000 millones de dólares, la verdad es que da un poco de envidia.
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FlyingLeek
· hace14h
109 mil millones de dólares van directamente al bolsillo de las automotrices, ¿y los consumidores? Igual tienen que pagar, jajaja.
La nueva administración está revirtiendo los estándares anteriores de eficiencia de combustible, y la industria automovilística parece bastante satisfecha con ello. Este cambio de política podría desbloquear potencialmente más de $109 mil millones en ahorros de costes en todo el sector. Grandes actores como Ford ya han expresado su apoyo a la normativa revisada. Merece la pena observar cómo se desarrolla esta situación: los cambios regulatorios suelen tener efectos en cadena en los mercados de maneras inesperadas, afectando a todo, desde los costes de fabricación hasta los patrones de gasto de los consumidores.