En BSC ha surgido un proyecto con un diseño de juego bastante extremo, cuyo núcleo se puede resumir así: hacer staking para ganar dividendos, usar las comisiones para recompras, y mientras sobrevivas, obtienes beneficios.

Analizando el mecanismo: el sistema establece dos roles: el lado de los jugadores (Bandits) y el lado contrario (Sherriff, que es interpretado por el propio protocolo). Alrededor de esta confrontación de identidades, se construye un modo de competición llamado Raid. Además, hay varios módulos de control de riesgos: el mecanismo buffer actúa como un fondo de garantía, que se activa bajo ciertas condiciones para iniciar una liquidación, y también se ha diseñado un canal de salida.

En esencia, los Bandits son los participantes; para entrar hay que comprar el token. Todo el diseño vincula muy estrechamente el flujo de fondos, la dinámica de juego y el riesgo de salida, formando una estructura típica de alto riesgo y alta rentabilidad. Este tipo de experimentos DeFi con características ponzi, a medida que avanzan, muestran cada vez más rasgos de esquema piramidal, y la curva de beneficios para los primeros participantes y los que llegan más tarde será completamente diferente.