Recientemente ha circulado una noticia bastante impactante en el mercado: el próximo presidente de la Reserva Federal ya está prácticamente decidido, y los mercados de predicción le dan a Hassett una probabilidad de elección del 86%, una cifra que aplasta a los demás candidatos. Lo más relevante es que no solo es una figura central en el círculo de Trump, sino que también tiene una relación muy cercana con el sector cripto.

Empecemos por su enfoque en política monetaria. Hassett ha declarado públicamente hace poco que pausar las bajadas de tipos ahora es una operación desastrosa. Su argumento es que el cierre del gobierno ya ha hecho que el PIB caiga 1,5 puntos porcentuales, y que los datos de inflación están estables, así que su dirección es clara: relajación masiva—bajar los tipos por debajo del 3%, e incluso podrían acercarse al 1%, y si es necesario, reactivar la impresión de dinero con nuevos programas de flexibilización cuantitativa. Para él, “reactivar la economía” tiene mucha más prioridad que el objetivo de inflación, que puede “ajustarse con flexibilidad”. ¿Qué significa este planteamiento? Que la liquidez fluirá como una riada.

Lo más interesante es su relación con el mundo cripto. Esta persona posee acciones de Coinbase valoradas en más de un millón de dólares, ha sido asesor de la plataforma, y durante su etapa en la Casa Blanca impulsó políticas relacionadas con los activos digitales; incluso llegó a decir públicamente que “Bitcoin reescribirá las reglas del juego financiero”. No es el típico funcionario financiero tradicional que solo habla: si llega al cargo, es probable que la amenaza regulatoria desaparezca e incluso que ayude activamente al sector. ¿No creéis que los fondos institucionales acelerarán su entrada al ver esta señal?

Los traders ya han empezado a apostar: algunos predicen que, si él asume el cargo, el nuevo mercado alcista podría comenzar a mediados del año que viene, y la segunda mitad de 2026 podría ser un superciclo para las criptomonedas. La lógica tiene sentido: por un lado la Fed inyectando liquidez a lo loco, y por otro, “uno de los nuestros” dirigiendo el marco regulatorio; con la legitimidad y liquidez de Bitcoin al máximo, es difícil no dejar volar la imaginación con esta combinación.

La verdad, antes el presidente de la Fed siempre era un factor de incertidumbre para el mundo cripto, pero ahora podría convertirse en un “aliado”. ¿Vosotros qué pensáis? Si este guion se cumple, ¿hasta dónde creéis que puede subir Bitcoin? Dejad vuestra predicción; personalmente, creo que ver seis cifras en dólares no es un sueño.