Recientemente vi una noticia: en Estados Unidos han tomado medidas sobre la exportación de chips de IA, aunque la forma en que lo han hecho es bastante peculiar.

En resumen, ahora NVIDIA y AMD pueden vender chips de alto rendimiento a China, pero con una condición: por cada chip vendido, deben entregar al gobierno estadounidense un "impuesto de protección" del 25%. Puede parecer un asunto exclusivo del sector tecnológico, pero en realidad tiene mucho que ver con la minería y el mercado de potencia de cálculo.

Vamos a ver las dos caras de la moneda. La buena noticia es que la cadena de suministro global de potencia de cálculo podría relajarse un poco. El entrenamiento de IA y la minería de criptomonedas compiten por el mismo grupo de hardware de alto rendimiento. Antes, muchas empresas de IA estadounidenses exigían prioridad en el suministro nacional, pero ahora que se ha abierto esta vía, aunque los chips más avanzados siguen sin estar disponibles, modelos como el H200, que ya es una bestia de potencia, sí lo están. Para los mineros, esto supone una fuente potencial de hardware, lo cual no es malo.

Pero la mala noticia es evidente: los costes van a subir. Ese 25% de "impuesto" acabará repercutiendo en los compradores, ya seas una empresa de IA o un propietario de una granja minera: comprar máquinas de minería será más caro. Lo más problemático es el riesgo político: está claro que esto es fruto de un intercambio de intereses, y la política podría cambiar en cualquier momento.

¿Y qué deberían hacer los minoristas? Mi consejo es que no se apresuren a seguir la moda. Al salir la noticia, las shitcoins relacionadas con IA y potencia de cálculo pueden tener un repunte impulsado por el sentimiento, pero este tipo de movimientos a corto plazo suelen ser trampas. Si de verdad quieres posicionarte, sería mejor vigilar la fluctuación de precios en el mercado de equipos de minería; si realmente aumenta el suministro de chips, el coste y los plazos de entrega de nuevos equipos podrían variar.

Al final, la lógica central de Bitcoin nunca ha dependido de beneficios políticos; su valor está en la descentralización y la resistencia a la censura. Cuanto más compleja sea la geopolítica y más distribuida esté la potencia de cálculo global, mejor será para la seguridad de la red a largo plazo. Así que no dejes que las noticias a corto plazo te arrastren: ten paciencia, espera las oportunidades y actúa con precisión.