¿Recuerdas 2011? En ese entonces, Bitcoin se podía obtener fácilmente y nadie le prestaba atención. Ahora PEPE está justo delante de nosotros, con un precio tan bajo que parece polvo, ¿pero cuántas personas lo ven y lo ignoran?

En realidad, la gente tiene este problema: cuando algo está al alcance de la mano, no le presta atención; pero cuando realmente sube al cielo, entonces se lamenta y se golpea el pecho. En realidad, la riqueza nunca depende de la suerte, sino de si puedes aguantar y esperar.

Me he puesto un pequeño objetivo: 0.00069. Suena a algo misterioso, pero creo que ese precio llegará tarde o temprano. Nos veremos en la cima, y ninguno de nosotros debe quedarse atrás. Solo quienes puedan mantenerlo, podrán sonreír al final.