La Reserva Federal anunció oportunamente en diciembre de 2025 una reducción de 25 puntos básicos, llevando el rango objetivo de la tasa de fondos federales a @E5@3.50% a 3.75%, y al mismo tiempo inició operaciones de compra de bonos del gobierno a corto plazo, un mini QE para aumentar la liquidez. A simple vista, esta medida cumple con las expectativas del mercado, que alcanzan hasta un 90%, pero al profundizar en los detalles de la decisión, vemos que se trata de un banco central que avanza con dificultad en medio de una triple crisis.
Primero, la problemática del recorte ciego ante datos ausentes. La parálisis del gobierno provocó retrasos en datos económicos clave como el IPC y el empleo no agrícola, obligando a la Fed a tomar decisiones importantes sin información oficial completa y en tiempo real. Esto es como conducir en una niebla espesa, lo que aumenta el riesgo de errores de juicio y fallos en las políticas.
En segundo lugar, la crisis de agravamiento de las fracturas internas. La aparición inusual de tres votos en contra resalta la profunda contradicción entre el objetivo de estabilizar los precios y el de maximizar el empleo. Esta tensión interna indica que las futuras políticas serán más volátiles e inciertas.
Lo que más llama la atención son los riesgos estructurales potenciales asociados a la IA. La desaceleración del empleo podría deberse a que las empresas utilizan la IA para reemplazar mano de obra, lo cual sería un desempleo estructural, no cíclico. Si la Fed continúa bajando las tasas cíclicamente para afrontar estos desafíos estructurales, su efectividad será limitada e incluso podría acelerar la inversión en IA, agravando aún más el desempleo estructural y generando un efecto contraproducente en la política.
Las continuas reducciones de tasas de la Fed se basan en una reacción defensiva ante la desaceleración económica, pero esta decisión parece más una declaración de bajar por bajar, que el resultado de un análisis profundo basado en datos sólidos. En medio del recorte ciego y las fracturas internas, la actitud optimista del mercado debe mantenerse con cautela. Especialmente, los cambios estructurales en el empleo impulsados por la IA podrían representar un desafío más profundo que la inflación o los modelos tradicionales de empleo, y la Fed claramente aún no ha encontrado herramientas efectivas para afrontar esta nueva normalidad. Las perspectivas futuras de política serán cada vez más dependientes de los datos y menos de promesas, con un alto grado de incertidumbre.
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HighAmbition
· 12-14 09:31
HODL fuerte 💪
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Ybaser
· 12-12 11:28
HODL fuerte 💪
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Discovery
· 12-12 06:43
1000x Vibes 🤑
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Discovery
· 12-12 06:43
Comprar para ganar 💎
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Discovery
· 12-12 06:43
Viendo de cerca 🔍
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LittleGodOfWealthPlutus
· 12-12 06:25
Bienvenido de nuevo, publica una actualización, ¡a ganar dinero, ganar dinero😘
#美联储降息预测
La Reserva Federal anunció oportunamente en diciembre de 2025 una reducción de 25 puntos básicos, llevando el rango objetivo de la tasa de fondos federales a @E5@3.50% a 3.75%, y al mismo tiempo inició operaciones de compra de bonos del gobierno a corto plazo, un mini QE para aumentar la liquidez. A simple vista, esta medida cumple con las expectativas del mercado, que alcanzan hasta un 90%, pero al profundizar en los detalles de la decisión, vemos que se trata de un banco central que avanza con dificultad en medio de una triple crisis.
Primero, la problemática del recorte ciego ante datos ausentes. La parálisis del gobierno provocó retrasos en datos económicos clave como el IPC y el empleo no agrícola, obligando a la Fed a tomar decisiones importantes sin información oficial completa y en tiempo real. Esto es como conducir en una niebla espesa, lo que aumenta el riesgo de errores de juicio y fallos en las políticas.
En segundo lugar, la crisis de agravamiento de las fracturas internas. La aparición inusual de tres votos en contra resalta la profunda contradicción entre el objetivo de estabilizar los precios y el de maximizar el empleo. Esta tensión interna indica que las futuras políticas serán más volátiles e inciertas.
Lo que más llama la atención son los riesgos estructurales potenciales asociados a la IA. La desaceleración del empleo podría deberse a que las empresas utilizan la IA para reemplazar mano de obra, lo cual sería un desempleo estructural, no cíclico. Si la Fed continúa bajando las tasas cíclicamente para afrontar estos desafíos estructurales, su efectividad será limitada e incluso podría acelerar la inversión en IA, agravando aún más el desempleo estructural y generando un efecto contraproducente en la política.
Las continuas reducciones de tasas de la Fed se basan en una reacción defensiva ante la desaceleración económica, pero esta decisión parece más una declaración de bajar por bajar, que el resultado de un análisis profundo basado en datos sólidos. En medio del recorte ciego y las fracturas internas, la actitud optimista del mercado debe mantenerse con cautela. Especialmente, los cambios estructurales en el empleo impulsados por la IA podrían representar un desafío más profundo que la inflación o los modelos tradicionales de empleo, y la Fed claramente aún no ha encontrado herramientas efectivas para afrontar esta nueva normalidad. Las perspectivas futuras de política serán cada vez más dependientes de los datos y menos de promesas, con un alto grado de incertidumbre.