La empresa matriz de la Bolsa de Nueva York, ICE, planea invertir en la compañía de pagos en criptomonedas MoonPay, con una valoración objetivo de 5,000 millones de dólares. Esto parece una financiación, pero en esencia es la "estratégica incorporación" de los pagos en criptomonedas por parte de las finanzas tradicionales.
ICE no es un inversor común; posee la Bolsa de Nueva York y controla las infraestructuras de negociación y liquidación más avanzadas del mundo, decidiendo "qué se puede negociar". Esta vez, su movimiento no es una apuesta por un sector, sino que apunta a la entrada principal en el mundo de las criptomonedas. MoonPay funciona como una "estación de peaje" para que el capital Web2 ingrese a Web3, realizando conversiones entre moneda fiduciaria y activos en criptomonedas, similar a una versión encriptada de Stripe + PayPal, cubriendo la brecha en los canales de pago en criptomonedas que ICE busca dominar: uno entiende las reglas de cumplimiento, el otro controla la entrada de pagos, formando un ciclo completo de colaboración.
La valoración de 50 mil millones parece más alta que los 3,4 mil millones de 2021, pero para ICE no es un gasto excesivo. Hoy en día, las monedas estables y los activos tokenizados se desarrollan rápidamente; los exchanges no carecen de activos negociables, sino de canales de pago legales y capaces de expandirse globalmente. La infraestructura de entrada como MoonPay será cada vez más importante en el futuro, lo que hace que esta inversión sea más una "compra estratégica" en el momento adecuado.
El núcleo de esta operación no es "criptomonedas", sino "derechos de pago". Ahora que la euro digital está en camino y las monedas estables están erosionando los sistemas de pago tradicionales, la entrada de pagos se ha convertido en un campo de batalla entre las finanzas tradicionales y las criptomonedas. La entrada de ICE busca mantener el control sobre "cómo entra el dinero en el mundo de las criptomonedas", ya que perder la entrada de pagos podría socavar toda la base del sistema financiero.
Si la colaboración se concreta, tendrá un impacto profundo: los estándares de cumplimiento, anti-lavado de dinero y gestión de riesgos en los pagos en criptomonedas serán redefinidos. La criptografía dejará de ser un método alternativo para evadir el sistema financiero y se integrará en el sistema principal; los canales de pago pequeños y no conformes serán abandonados lentamente por la liquidez.
Para el mercado, en el corto plazo puede que no haya estímulos inmediatos, pero a largo plazo será un beneficio estructural real: la participación de capital institucional indica que las criptomonedas seguirán existiendo a largo plazo, aunque cada vez se parecerán más a las finanzas tradicionales, con menos libertad pero mayor certeza.
En definitiva, que ICE apueste por MoonPay confirma un hecho: las criptomonedas no serán eliminadas, sino que serán tomadas por las finanzas tradicionales y pasarán a formar parte del ecosistema financiero formal.
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La empresa matriz de la Bolsa de Nueva York, ICE, planea invertir en la compañía de pagos en criptomonedas MoonPay, con una valoración objetivo de 5,000 millones de dólares. Esto parece una financiación, pero en esencia es la "estratégica incorporación" de los pagos en criptomonedas por parte de las finanzas tradicionales.
ICE no es un inversor común; posee la Bolsa de Nueva York y controla las infraestructuras de negociación y liquidación más avanzadas del mundo, decidiendo "qué se puede negociar". Esta vez, su movimiento no es una apuesta por un sector, sino que apunta a la entrada principal en el mundo de las criptomonedas. MoonPay funciona como una "estación de peaje" para que el capital Web2 ingrese a Web3, realizando conversiones entre moneda fiduciaria y activos en criptomonedas, similar a una versión encriptada de Stripe + PayPal, cubriendo la brecha en los canales de pago en criptomonedas que ICE busca dominar: uno entiende las reglas de cumplimiento, el otro controla la entrada de pagos, formando un ciclo completo de colaboración.
La valoración de 50 mil millones parece más alta que los 3,4 mil millones de 2021, pero para ICE no es un gasto excesivo. Hoy en día, las monedas estables y los activos tokenizados se desarrollan rápidamente; los exchanges no carecen de activos negociables, sino de canales de pago legales y capaces de expandirse globalmente. La infraestructura de entrada como MoonPay será cada vez más importante en el futuro, lo que hace que esta inversión sea más una "compra estratégica" en el momento adecuado.
El núcleo de esta operación no es "criptomonedas", sino "derechos de pago". Ahora que la euro digital está en camino y las monedas estables están erosionando los sistemas de pago tradicionales, la entrada de pagos se ha convertido en un campo de batalla entre las finanzas tradicionales y las criptomonedas. La entrada de ICE busca mantener el control sobre "cómo entra el dinero en el mundo de las criptomonedas", ya que perder la entrada de pagos podría socavar toda la base del sistema financiero.
Si la colaboración se concreta, tendrá un impacto profundo: los estándares de cumplimiento, anti-lavado de dinero y gestión de riesgos en los pagos en criptomonedas serán redefinidos. La criptografía dejará de ser un método alternativo para evadir el sistema financiero y se integrará en el sistema principal; los canales de pago pequeños y no conformes serán abandonados lentamente por la liquidez.
Para el mercado, en el corto plazo puede que no haya estímulos inmediatos, pero a largo plazo será un beneficio estructural real: la participación de capital institucional indica que las criptomonedas seguirán existiendo a largo plazo, aunque cada vez se parecerán más a las finanzas tradicionales, con menos libertad pero mayor certeza.
En definitiva, que ICE apueste por MoonPay confirma un hecho: las criptomonedas no serán eliminadas, sino que serán tomadas por las finanzas tradicionales y pasarán a formar parte del ecosistema financiero formal.