La carrera por las reservas de litio se ha vuelto cada vez más crucial a medida que la transición global hacia vehículos eléctricos y energías renovables se acelera. Entender qué países poseen la mayor cantidad de litio no es solo un ejercicio académico—es fundamental para comprender el futuro de la infraestructura de energía limpia e identificar dónde podrían surgir cuellos de botella en la producción.
Entendiendo la escala: distribución global de litio
A partir de 2024, las reservas totales de litio del mundo ascienden a 30 millones de toneladas métricas. Sin embargo, este suministro está altamente concentrado geográficamente. Solo cuatro naciones—Chile, Australia, Argentina y China—controlan aproximadamente 20.3 millones de toneladas métricas en conjunto, lo que representa aproximadamente el 68% de todas las reservas identificadas a nivel mundial. Esta concentración subraya la importancia estratégica de estos países en la emergente economía de las baterías.
Benchmark Mineral Intelligence proyecta que la demanda de litio se disparará aún más, con un consumo relacionado tanto con vehículos eléctricos como con sistemas de almacenamiento de energía que se espera superen el 30% de crecimiento interanual solo en 2025. Esta trayectoria explosiva de demanda significa que las naciones con reservas sustanciales poseen un poder geopolítico y económico significativo.
El triángulo del litio: el dominio de Sudamérica
Chile: El líder en reservas (9.3 millones de toneladas métricas)
La posición de Chile como el principal poseedor de reservas de litio en el mundo es indiscutible, con 9.3 millones de toneladas métricas—casi un tercio de las reservas identificadas a nivel global. La región del Salar de Atacama por sí sola representa aproximadamente el 33% de la base de reservas de litio del planeta, convirtiéndola en un nodo insustituible en la cadena de suministro global.
A pesar de albergar las mayores reservas, Chile ocupó en 2024 solo el segundo lugar en producción, con 44,000 toneladas métricas. Esta brecha de producción refleja restricciones regulatorias y ambientales. En abril de 2023, el gobierno chileno señaló su intención de nacionalizar parcialmente el sector del litio mediante un mayor control estatal a través de Codelco, la empresa minera estatal. Este cambio ha generado fricciones entre los intereses nacionales y operadores privados como SQM y Albemarle.
De cara al futuro, el proceso de licitación de concesiones de litio en Chile para 2025—con ganadores que se anunciarán en marzo—redefinirá el panorama competitivo. Notablemente, un consorcio formado por el grupo minero francés Eramet, el minero chileno Quiborax y Codelco se ha posicionado como un contendiente clave en varias salinas.
Argentina: La retadora emergente (4 millones de toneladas métricas)
Argentina posee 4 millones de toneladas métricas de reservas de litio, posicionándose como la tercera mayor poseedora a nivel mundial. Lo que distingue a Argentina es su impulso: el país produjo 18,000 toneladas métricas en 2024 y ha asegurado compromisos gubernamentales importantes. Una promesa de inversión de 4.200 millones de dólares realizada en mayo de 2022 apunta a una expansión sostenida de la capacidad.
Desarrollos recientes amplifican la trayectoria de Argentina. La inversión anunciada por Rio Tinto de 2.500 millones de dólares para ampliar operaciones en la salina Rincon, de 3,000 a 60,000 toneladas métricas para 2028, representa uno de los movimientos de expansión más ambiciosos de la industria. Al mismo tiempo, Argosy Minerals recibió la aprobación del gobierno para aumentar la producción de carbonato de 2,000 a 12,000 toneladas métricas anuales en el mismo lugar. Estos proyectos reflejan confianza en la competitividad de costos y la estabilidad operativa de Argentina.
Bolivia: El tercer miembro del triángulo
Aunque no está en las cuatro principales a nivel global, Bolivia—junto con Chile y Argentina—forma parte del “Triángulo del Litio”, una región que en conjunto alberga más de la mitad de las reservas mundiales de litio. Este dominio triádico destaca el papel indispensable de Sudamérica para satisfacer la demanda proyectada de metales para baterías.
Australia: alternativa en roca dura (7 millones de toneladas métricas)
Australia representa la segunda mayor reserva de litio en el mundo con 7 millones de toneladas métricas, pero superó a todas las naciones como la principal productora en 2024, entregando una producción mayor que Chile. Esta paradoja refleja la ventaja operativa de Australia: sus depósitos existen principalmente como concentraciones de espodumena en roca dura en Australia Occidental, lo que permite una extracción a gran escala.
La mina Greenbushes, operada en conjunto por Talison Lithium (una asociación de Tianqi Lithium y Albemarle), ejemplifica este modelo. Operando continuamente desde 1985, Greenbushes es el pilar de la capacidad de producción de Australia. Sin embargo, la reciente deflación de precios del litio ha llevado a varios productores a reducir o suspender operaciones temporalmente, creando incertidumbre en el suministro.
Investigaciones emergentes sugieren potencial de expansión más allá de Australia Occidental. Un estudio de 2023 liderado por la Universidad de Sydney, publicado en Earth System Science Data, identificó concentraciones elevadas de litio en suelos de Queensland, Nueva Gales del Sur y Victoria—lo que indica perspectivas de diversificación futura de la producción a medida que las condiciones del mercado se estabilizan.
China: potencia en procesamiento (3 millones de toneladas métricas)
China posee 3 millones de toneladas métricas de reservas de litio—la cuarta mayor del mundo—pero su verdadera dominancia radica en el control downstream. La nación produce 41,000 toneladas métricas anuales (un aumento de 5,300 toneladas métricas interanual), fabrica la mayoría de las baterías de iones de litio del mundo y opera la mayoría de las instalaciones de procesamiento de litio a nivel global.
Esta paradoja importa estratégicamente. A pesar de tener reservas robustas, China importa la mayor parte del litio crudo de Australia, aprovechando sus ventajas de costo y su infraestructura de procesamiento para dominar la cadena de suministro de baterías. Crucialmente, en octubre de 2024, funcionarios del Departamento de Estado de EE. UU. acusaron públicamente a China de desplegar tácticas de precios predatorios para suprimir la competencia ex-China y consolidar el control del mercado.
Desarrollos recientes sugieren que el panorama de reservas de China podría cambiar drásticamente. Informes de principios de 2025 indican el descubrimiento de un cinturón de litio de 2,800 kilómetros en regiones occidentales, con reservas probadas que superan los 6.5 millones de toneladas y recursos potenciales que superan los 30 millones de toneladas. Si se valida, esto reequilibraría fundamentalmente las dinámicas de suministro global. Paralelamente, los avances tecnológicos en la extracción de litio de lagos salinos y mica están ampliando la accesibilidad a las reservas chinas.
Reservas secundarias y futuros productores
Más allá de las cuatro principales, varias naciones mantienen inventarios significativos de litio:
Estados Unidos: 1.8 millones de toneladas métricas
Canadá: 1.2 millones de toneladas métricas
Zimbabue: 480,000 toneladas métricas
Brasil: 390,000 toneladas métricas
Portugal: 60,000 toneladas métricas (el mayor de Europa)
Portugal, específicamente, produjo 380 toneladas métricas en 2024, demostrando que incluso los poseedores de reservas más pequeñas pueden participar de manera significativa a medida que madura la infraestructura de producción.
Implicaciones estratégicas para el mercado de metales para baterías
Cuál país tiene más litio es, en última instancia, una pregunta con profundas consecuencias en el mercado. La concentración de reservas en cuatro naciones crea tanto oportunidades como riesgos. Las tensiones geopolíticas, cambios regulatorios y interrupciones en la producción en cualquier gran poseedor de reservas repercuten a nivel global. La aceleración de la electrificación de vehículos y la demanda de almacenamiento de energía a escala de red aseguran que la disponibilidad de litio siga siendo central en las discusiones sobre seguridad energética durante esta década y más allá.
A medida que la producción continúa escalando y se descubren nuevas reservas—especialmente con los posibles cinturones en China—la jerarquía competitiva puede cambiar, pero el Triángulo del Litio de Sudamérica probablemente mantendrá su importancia fundamental en las cadenas de suministro globales durante décadas.
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Reservas mundiales de litio: ¿Qué países poseen el suministro mundial de metal para baterías?
La carrera por las reservas de litio se ha vuelto cada vez más crucial a medida que la transición global hacia vehículos eléctricos y energías renovables se acelera. Entender qué países poseen la mayor cantidad de litio no es solo un ejercicio académico—es fundamental para comprender el futuro de la infraestructura de energía limpia e identificar dónde podrían surgir cuellos de botella en la producción.
Entendiendo la escala: distribución global de litio
A partir de 2024, las reservas totales de litio del mundo ascienden a 30 millones de toneladas métricas. Sin embargo, este suministro está altamente concentrado geográficamente. Solo cuatro naciones—Chile, Australia, Argentina y China—controlan aproximadamente 20.3 millones de toneladas métricas en conjunto, lo que representa aproximadamente el 68% de todas las reservas identificadas a nivel mundial. Esta concentración subraya la importancia estratégica de estos países en la emergente economía de las baterías.
Benchmark Mineral Intelligence proyecta que la demanda de litio se disparará aún más, con un consumo relacionado tanto con vehículos eléctricos como con sistemas de almacenamiento de energía que se espera superen el 30% de crecimiento interanual solo en 2025. Esta trayectoria explosiva de demanda significa que las naciones con reservas sustanciales poseen un poder geopolítico y económico significativo.
El triángulo del litio: el dominio de Sudamérica
Chile: El líder en reservas (9.3 millones de toneladas métricas)
La posición de Chile como el principal poseedor de reservas de litio en el mundo es indiscutible, con 9.3 millones de toneladas métricas—casi un tercio de las reservas identificadas a nivel global. La región del Salar de Atacama por sí sola representa aproximadamente el 33% de la base de reservas de litio del planeta, convirtiéndola en un nodo insustituible en la cadena de suministro global.
A pesar de albergar las mayores reservas, Chile ocupó en 2024 solo el segundo lugar en producción, con 44,000 toneladas métricas. Esta brecha de producción refleja restricciones regulatorias y ambientales. En abril de 2023, el gobierno chileno señaló su intención de nacionalizar parcialmente el sector del litio mediante un mayor control estatal a través de Codelco, la empresa minera estatal. Este cambio ha generado fricciones entre los intereses nacionales y operadores privados como SQM y Albemarle.
De cara al futuro, el proceso de licitación de concesiones de litio en Chile para 2025—con ganadores que se anunciarán en marzo—redefinirá el panorama competitivo. Notablemente, un consorcio formado por el grupo minero francés Eramet, el minero chileno Quiborax y Codelco se ha posicionado como un contendiente clave en varias salinas.
Argentina: La retadora emergente (4 millones de toneladas métricas)
Argentina posee 4 millones de toneladas métricas de reservas de litio, posicionándose como la tercera mayor poseedora a nivel mundial. Lo que distingue a Argentina es su impulso: el país produjo 18,000 toneladas métricas en 2024 y ha asegurado compromisos gubernamentales importantes. Una promesa de inversión de 4.200 millones de dólares realizada en mayo de 2022 apunta a una expansión sostenida de la capacidad.
Desarrollos recientes amplifican la trayectoria de Argentina. La inversión anunciada por Rio Tinto de 2.500 millones de dólares para ampliar operaciones en la salina Rincon, de 3,000 a 60,000 toneladas métricas para 2028, representa uno de los movimientos de expansión más ambiciosos de la industria. Al mismo tiempo, Argosy Minerals recibió la aprobación del gobierno para aumentar la producción de carbonato de 2,000 a 12,000 toneladas métricas anuales en el mismo lugar. Estos proyectos reflejan confianza en la competitividad de costos y la estabilidad operativa de Argentina.
Bolivia: El tercer miembro del triángulo
Aunque no está en las cuatro principales a nivel global, Bolivia—junto con Chile y Argentina—forma parte del “Triángulo del Litio”, una región que en conjunto alberga más de la mitad de las reservas mundiales de litio. Este dominio triádico destaca el papel indispensable de Sudamérica para satisfacer la demanda proyectada de metales para baterías.
Australia: alternativa en roca dura (7 millones de toneladas métricas)
Australia representa la segunda mayor reserva de litio en el mundo con 7 millones de toneladas métricas, pero superó a todas las naciones como la principal productora en 2024, entregando una producción mayor que Chile. Esta paradoja refleja la ventaja operativa de Australia: sus depósitos existen principalmente como concentraciones de espodumena en roca dura en Australia Occidental, lo que permite una extracción a gran escala.
La mina Greenbushes, operada en conjunto por Talison Lithium (una asociación de Tianqi Lithium y Albemarle), ejemplifica este modelo. Operando continuamente desde 1985, Greenbushes es el pilar de la capacidad de producción de Australia. Sin embargo, la reciente deflación de precios del litio ha llevado a varios productores a reducir o suspender operaciones temporalmente, creando incertidumbre en el suministro.
Investigaciones emergentes sugieren potencial de expansión más allá de Australia Occidental. Un estudio de 2023 liderado por la Universidad de Sydney, publicado en Earth System Science Data, identificó concentraciones elevadas de litio en suelos de Queensland, Nueva Gales del Sur y Victoria—lo que indica perspectivas de diversificación futura de la producción a medida que las condiciones del mercado se estabilizan.
China: potencia en procesamiento (3 millones de toneladas métricas)
China posee 3 millones de toneladas métricas de reservas de litio—la cuarta mayor del mundo—pero su verdadera dominancia radica en el control downstream. La nación produce 41,000 toneladas métricas anuales (un aumento de 5,300 toneladas métricas interanual), fabrica la mayoría de las baterías de iones de litio del mundo y opera la mayoría de las instalaciones de procesamiento de litio a nivel global.
Esta paradoja importa estratégicamente. A pesar de tener reservas robustas, China importa la mayor parte del litio crudo de Australia, aprovechando sus ventajas de costo y su infraestructura de procesamiento para dominar la cadena de suministro de baterías. Crucialmente, en octubre de 2024, funcionarios del Departamento de Estado de EE. UU. acusaron públicamente a China de desplegar tácticas de precios predatorios para suprimir la competencia ex-China y consolidar el control del mercado.
Desarrollos recientes sugieren que el panorama de reservas de China podría cambiar drásticamente. Informes de principios de 2025 indican el descubrimiento de un cinturón de litio de 2,800 kilómetros en regiones occidentales, con reservas probadas que superan los 6.5 millones de toneladas y recursos potenciales que superan los 30 millones de toneladas. Si se valida, esto reequilibraría fundamentalmente las dinámicas de suministro global. Paralelamente, los avances tecnológicos en la extracción de litio de lagos salinos y mica están ampliando la accesibilidad a las reservas chinas.
Reservas secundarias y futuros productores
Más allá de las cuatro principales, varias naciones mantienen inventarios significativos de litio:
Portugal, específicamente, produjo 380 toneladas métricas en 2024, demostrando que incluso los poseedores de reservas más pequeñas pueden participar de manera significativa a medida que madura la infraestructura de producción.
Implicaciones estratégicas para el mercado de metales para baterías
Cuál país tiene más litio es, en última instancia, una pregunta con profundas consecuencias en el mercado. La concentración de reservas en cuatro naciones crea tanto oportunidades como riesgos. Las tensiones geopolíticas, cambios regulatorios y interrupciones en la producción en cualquier gran poseedor de reservas repercuten a nivel global. La aceleración de la electrificación de vehículos y la demanda de almacenamiento de energía a escala de red aseguran que la disponibilidad de litio siga siendo central en las discusiones sobre seguridad energética durante esta década y más allá.
A medida que la producción continúa escalando y se descubren nuevas reservas—especialmente con los posibles cinturones en China—la jerarquía competitiva puede cambiar, pero el Triángulo del Litio de Sudamérica probablemente mantendrá su importancia fundamental en las cadenas de suministro globales durante décadas.