El enigma de por qué los préstamos a tasa fija se estancaron en los mercados de criptomonedas merece una mirada más cercana.
En teoría, suena razonable—fijar una tasa, eliminar la incertidumbre. Sin embargo, en los protocolos DeFi y plataformas de préstamo, las tasas variables dominan mientras los productos a tasa fija acumulan polvo. ¿Qué está pasando?
Primero, la volatilidad mata la predictibilidad. Las finanzas tradicionales trabajan con activos subyacentes estables; en crypto, los movimientos del 10% en un día son comunes. Los prestamistas que exigen tasas fijas tienen dificultades para valorar el riesgo con precisión. Los prestatarios no están dispuestos a pagar tasas lo suficientemente altas para compensar esa incertidumbre. Es un desajuste que ninguna de las partes quiere.
En segundo lugar, la velocidad importa más que la certeza en crypto. Los usuarios rotan capital constantemente—saltando entre yield farming, staking, trading. Necesitan flexibilidad para salir de las posiciones rápidamente. Un compromiso a tasa fija se siente como una cadena, no como protección. Las tasas variables ofrecen esa vía de escape.
En tercer lugar, las matemáticas se complican con las liquidaciones. Los contratos inteligentes deben hacer cumplir el reembolso, y los riesgos de liquidación cambian continuamente a medida que fluctúan los precios de las garantías. Los términos fijos crean casos límite que los prestamistas preferirían evitar. Los mecanismos variables se adaptan sobre la marcha.
Finalmente, la liquidez es un factor real. Los pools a tasa fija fragmentan el mercado, dificultando encontrar contrapartes a tasas que realmente funcionen. Todos se agrupan en torno a productos variables simplemente porque ahí está la profundidad.
El mercado de crypto básicamente reveló lo que prestatarios y prestamistas realmente quieren: máxima flexibilidad sobre máxima certeza. La lógica de las finanzas tradicionales asumía que la tasa fija se traduciría—pero no ha sido así. La industria se adaptó, y las tasas variables ganaron.
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ColdWalletGuardian
· 12-20 15:54
En realidad, las personas de crypto no buscan certeza, sino la capacidad de salir en cualquier momento... La lógica de las finanzas tradicionales con tasas fijas simplemente no funciona aquí.
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TideReceder
· 12-20 15:38
En resumen, crypto es un juego que busca flexibilidad, ¿quién querría estar atado?
El enigma de por qué los préstamos a tasa fija se estancaron en los mercados de criptomonedas merece una mirada más cercana.
En teoría, suena razonable—fijar una tasa, eliminar la incertidumbre. Sin embargo, en los protocolos DeFi y plataformas de préstamo, las tasas variables dominan mientras los productos a tasa fija acumulan polvo. ¿Qué está pasando?
Primero, la volatilidad mata la predictibilidad. Las finanzas tradicionales trabajan con activos subyacentes estables; en crypto, los movimientos del 10% en un día son comunes. Los prestamistas que exigen tasas fijas tienen dificultades para valorar el riesgo con precisión. Los prestatarios no están dispuestos a pagar tasas lo suficientemente altas para compensar esa incertidumbre. Es un desajuste que ninguna de las partes quiere.
En segundo lugar, la velocidad importa más que la certeza en crypto. Los usuarios rotan capital constantemente—saltando entre yield farming, staking, trading. Necesitan flexibilidad para salir de las posiciones rápidamente. Un compromiso a tasa fija se siente como una cadena, no como protección. Las tasas variables ofrecen esa vía de escape.
En tercer lugar, las matemáticas se complican con las liquidaciones. Los contratos inteligentes deben hacer cumplir el reembolso, y los riesgos de liquidación cambian continuamente a medida que fluctúan los precios de las garantías. Los términos fijos crean casos límite que los prestamistas preferirían evitar. Los mecanismos variables se adaptan sobre la marcha.
Finalmente, la liquidez es un factor real. Los pools a tasa fija fragmentan el mercado, dificultando encontrar contrapartes a tasas que realmente funcionen. Todos se agrupan en torno a productos variables simplemente porque ahí está la profundidad.
El mercado de crypto básicamente reveló lo que prestatarios y prestamistas realmente quieren: máxima flexibilidad sobre máxima certeza. La lógica de las finanzas tradicionales asumía que la tasa fija se traduciría—pero no ha sido así. La industria se adaptó, y las tasas variables ganaron.