Recientemente, la regulación de las monedas estables se ha intensificado, y las acciones de bloqueo de tarjetas y limitación de flujos son frecuentes. Muchas personas más bien piensan: ¿esto no podría impulsar una nueva ronda de mercado? Mi opinión es que la verdadera variable es cómo se entrelazan la IA y la encriptación.

El banco central lo ha dejado muy claro: la moneda estable es una moneda virtual, y los riesgos de lavado de dinero y las actividades financieras ilegales están bajo vigilancia. Pero si miras de cerca, la regulación actual sigue siendo la misma de siempre: cerrar cuentas, bloquear canales, lo que ataca los síntomas pero no la raíz del problema.

Es interesante que en el mercado comiencen a surgir voces sobre "monedas estables de soberanía nacional". Suena muy sólido, pero creo que esta lógica es un poco torcida. La base de la moneda estable es el consenso, no se trata de algo que se imponga mediante un decreto administrativo. Mira por ejemplo a Singapur e Indonesia, donde están desarrollando monedas digitales; ellos se centran en el valor práctico: pagos transfronterizos rápidos y baratos, lo que naturalmente atrae a los usuarios.

Si empujas forzosamente algo sin una base de mercado, el resultado puede ser contraproducente: el capital se escapa, lo que en cambio proporciona una ola de liquidez al mercado de encriptación.

Es normal que las finanzas tradicionales estén preocupadas. Los usuarios ya están hartos de las altas comisiones y la lentitud en la velocidad de los depósitos. Lo que ofrece DeFi es eficiencia: las transferencias transfronterizas en Ethereum se completan en diez minutos, con tarifas tan bajas que se pueden ignorar, y los rendimientos superan a los de la gestión de activos de los bancos por mucho. Esto no es un ataque, es el mercado votando con los pies.

De cara al futuro, juzgo que la mayoría de los activos innovadores estarán profundamente vinculados con la IA. La línea de "encriptación + IA" ya está en marcha; en lugar de que los reguladores intenten bloquearla, sería mejor pensar en cómo guiarla. El valor, en realidad, nunca se impone por la fuerza, debe sustentarse en el consenso.

Este camino, apenas está comenzando.