Ethereum acaba de cambiar por completo la forma en que gestiona las actualizaciones de red. El lanzamiento de Fusaka supone un cambio bastante importante: la red principal ahora está comprometida con un ritmo de hard forks dos veces al año.

No se trata solo de otro ajuste de protocolo. Hablamos de una cadencia estructurada que cambia fundamentalmente la manera en que Ethereum evoluciona. Intervalos de seis meses entre actualizaciones importantes significan que los desarrolladores tendrán ventanas predecibles, los validadores podrán planificar con antelación y el ecosistema dejará de jugar a adivinar los plazos de implementación.

El lanzamiento de Fusaka formaliza, en esencia, hacia dónde se ha estado moviendo la comunidad: actualizaciones de consenso regulares y programadas en lugar del antiguo enfoque de "cuando esté listo, estará listo". Para cualquiera que esté desarrollando en Ethereum o siguiendo los ciclos de desarrollo de la Capa 1, este nuevo calendario será la referencia de ahora en adelante.