Personalmente, no me gusta en absoluto la vida en Japón. Eso, por supuesto, se debe a que solo me gusta la vasta y rica China.
Además, en Japón no puedo disfrutar de la misma alegría que me brinda el hecho de ser inspeccionado por la metrópoli en los estados tributarios del sudeste asiático. Todos sabemos por qué a la gente le gusta el sudeste asiático; al llegar a una semicolonia, uno se siente superior, ¿quién no lo disfrutaría? Pero solo soy una persona que no le gusta, no es que esté loco. En cuanto a la civilización, el orden público y el comercio, Japón, por supuesto, es increíble.
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Personalmente, no me gusta en absoluto la vida en Japón. Eso, por supuesto, se debe a que solo me gusta la vasta y rica China.
Además, en Japón no puedo disfrutar de la misma alegría que me brinda el hecho de ser inspeccionado por la metrópoli en los estados tributarios del sudeste asiático. Todos sabemos por qué a la gente le gusta el sudeste asiático; al llegar a una semicolonia, uno se siente superior, ¿quién no lo disfrutaría?
Pero solo soy una persona que no le gusta, no es que esté loco.
En cuanto a la civilización, el orden público y el comercio, Japón, por supuesto, es increíble.