En internet todos te enseñan cómo “multiplicar tu dinero por diez en un año” o cómo “alcanzar la libertad financiera a los 30”, pero al final solo logran que sientas que ahora mismo eres un inútil. Sin embargo, si apagas el móvil y vuelves a la lógica de la vida real, verás que muchas cosas están distorsionadas por el “ruido”.
La riqueza es lo que no se ve: Los coches de lujo y los relojes caros que ves en internet son “dinero gastado”. La verdadera riqueza son los activos que aún no has gastado, esos números que permanecen silenciosos en tu cuenta para hacer frente a imprevistos o para poder dejar tu trabajo en cualquier momento. No te empobrezcas de verdad solo por aparentar ser rico.
El mayor dividendo es la “paciencia”: El 99% de la fortuna de Buffett la ganó después de los 50 años. Siempre sobrestimamos lo que podemos hacer en un año, pero subestimamos lo que podemos lograr en diez. Esas inversiones periódicas de unos cientos de euros parecen insignificantes, pero si no las gastas en caprichos, el tiempo las hará crecer. Ir despacio, a veces, es la forma más segura de ir rápido.
La tasa de tolerancia al error es más importante que la rentabilidad: Los expertos hablan de “optimizar el uso del capital”; los que somos gente corriente, debemos preocuparnos por “dormir bien por la noche”. Si una inversión te distrae en el trabajo o te despierta en mitad de la noche, es una mala inversión, aunque prometa grandes beneficios. La vida ya es bastante dura, no dejes que tu dinero te cause más problemas.
Nos esforzamos en ganar dinero, no para derrocharlo sin medida en el futuro, sino para poder mantener la dignidad ante los golpes de la vida, para no tener que hacer cosas que no queremos solo por falta de dinero.
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En internet todos te enseñan cómo “multiplicar tu dinero por diez en un año” o cómo “alcanzar la libertad financiera a los 30”, pero al final solo logran que sientas que ahora mismo eres un inútil. Sin embargo, si apagas el móvil y vuelves a la lógica de la vida real, verás que muchas cosas están distorsionadas por el “ruido”.
La riqueza es lo que no se ve: Los coches de lujo y los relojes caros que ves en internet son “dinero gastado”. La verdadera riqueza son los activos que aún no has gastado, esos números que permanecen silenciosos en tu cuenta para hacer frente a imprevistos o para poder dejar tu trabajo en cualquier momento. No te empobrezcas de verdad solo por aparentar ser rico.
El mayor dividendo es la “paciencia”: El 99% de la fortuna de Buffett la ganó después de los 50 años. Siempre sobrestimamos lo que podemos hacer en un año, pero subestimamos lo que podemos lograr en diez. Esas inversiones periódicas de unos cientos de euros parecen insignificantes, pero si no las gastas en caprichos, el tiempo las hará crecer. Ir despacio, a veces, es la forma más segura de ir rápido.
La tasa de tolerancia al error es más importante que la rentabilidad: Los expertos hablan de “optimizar el uso del capital”; los que somos gente corriente, debemos preocuparnos por “dormir bien por la noche”. Si una inversión te distrae en el trabajo o te despierta en mitad de la noche, es una mala inversión, aunque prometa grandes beneficios. La vida ya es bastante dura, no dejes que tu dinero te cause más problemas.
Nos esforzamos en ganar dinero, no para derrocharlo sin medida en el futuro, sino para poder mantener la dignidad ante los golpes de la vida, para no tener que hacer cosas que no queremos solo por falta de dinero.