Cada uno de nosotros lleva en lo más profundo de su corazón una especie de “mar de memoria colectiva” invisible, que existe fuera de nuestros pensamientos y es la base psicológica común de toda la humanidad. — Jung

Con el crecimiento de la IA, surge una reflexión ética aún más aterradora: ¿qué pasaría si un día nos fuéramos “programando en el subconsciente”?
La inteligencia humana no mostrará grandes diferencias, y los marcos cognitivos sociales básicos también son similares. La unidad pequeña es la familia y la grande es el país. A medida que las comunicaciones se vuelven más avanzadas, las diferencias en la percepción consciente también disminuirán. Entonces, la próxima generación probablemente también será un producto de la evolución. Si decimos que los nuevos poderes y élites ya están incrustados en nuestros productos de consumo en cada segundo, como en los dispositivos electrónicos, medios, entretenimiento y otros, entonces la “subconsciencia” de la humanidad también será programada.