$H En el sistema de blockchain y Web3, la cuestión de la identidad siempre ha sido una capa fundamental, y además es uno de los desafíos a largo plazo más difíciles de resolver de manera definitiva.

Debido a que el costo de generación de direcciones en la cadena es extremadamente bajo, una misma entidad puede crear una gran cantidad de identidades con casi ninguna restricción, lo que provoca distorsiones sistémicas en escenarios de gobernanza, incentivos y asignación de recursos. Este tipo de comportamiento suele denominarse ataques Sybil, y su impacto ya se ha infiltrado en áreas clave como la gobernanza de DAO, mecanismos de airdrop y redes sociales descentralizadas.

Las soluciones tradicionales suelen depender de KYC centralizado, proveedores de identidad únicos, o modelos probabilísticos basados en comportamientos y características de dispositivos. Sin embargo, estos enfoques o comprometen la privacidad del usuario, o debilitan los principios de descentralización, o presentan deficiencias evidentes en seguridad y escalabilidad. En el contexto de Web3, ¿cómo verificar “una identidad humana real y única” sin revelar información personal?