Para mí, operar no tiene sentido.

El objetivo principal de invertir, tal como lo veo, es comprar más tiempo primero, el dinero llega después.

Por eso creo que el day-trading es una de las ideas más sobrevaloradas y sobrepromocionadas impulsadas por gurús.

Atrae a las personas por los posibles beneficios rápidos, pero en realidad, a menudo rinde menos que simplemente mantener con un plan.

En mi opinión, la disciplina, la paciencia y una estrategia a la que realmente puedas ceñirte son las que se acumulan con los años, no perseguir cada movimiento en la pantalla.