No publiques tus holdings ni tu ubicación en las redes sociales—en serio. Así es como se pintan los objetivos en tu espalda. Ya sea una captura de pantalla de tu portafolio, un registro en un café, o menciones casuales de tus posiciones en cripto, les estás entregando a los atacantes un mapa. Mantente paranoico. Asume que cada pulsación de tecla está siendo observada, cada transacción examinada. Usa monederos de hardware, habilita 2FA en todo, rota tus contraseñas. Mantén la cabeza agachada y tus activos más seguros.