La semana pasada, el índice del dólar subió un 0.65%, lo que llevó a una caída colectiva de las monedas no estadounidenses. Entre ellas, el euro cayó un 0.22%, el yen japonés fue la más afectada con una caída del 1.38% en la semana, además el dólar australiano bajó un 0.56% y la libra esterlina un 0.92%. Detrás de esta caída, no solo hubo un impulso por parte de las políticas de los bancos centrales, sino también una reestructuración de los flujos de refugio seguro provocada por la escalada en la situación en Oriente Medio.
La Reserva Federal mantiene una postura hawkish, el euro/dólar soporta doble golpe
La reunión del FOMC de la Reserva Federal mantuvo las tasas sin cambios como se esperaba, pero el gráfico de puntos reveló una relajación en las expectativas del mercado: la expectativa de recortes de tasas en el año se ajustó de tres a dos, y aumentó claramente el número de funcionarios que apoyan mantener las tasas. El presidente Powell insinuó que en el futuro la presión inflacionaria aumentará, manteniendo la postura hawkish en general.
Esta señal de política ejerció presión directa sobre el tipo de cambio euro/dólar. Pero el verdadero “asesino” vino de la escalada en la situación en Oriente Medio: a medida que el conflicto se intensificaba, los precios del petróleo subieron, lo que justo actuó como un catalizador para el dólar. Debido a que EE. UU. es un exportador de energía, en los últimos años la correlación entre el precio del petróleo y el índice del dólar se ha fortalecido notablemente; en cambio, Europa depende mucho más de las importaciones de energía, por lo que el aumento del precio del petróleo debilita las perspectivas económicas europeas, presionando aún más al euro.
Goldman Sachs advierte que si Irán bloquea el estrecho de Ormuz, una vía clave para el transporte mundial de energía, más del 20% del petróleo y gas natural licuado del mundo podría verse afectado, y el precio del petróleo podría superar los 100 dólares por barril.
Perspectiva técnica: Aunque el euro/dólar ha mostrado una corrección, en general sigue operando en una tendencia alcista. Si rompe el soporte de la media móvil de 21 días en 1.144, el siguiente soporte clave se sitúa en 1.135. Por el contrario, si vuelve a subir con fuerza, el máximo anterior en 1.163 será una resistencia. Es importante tener en cuenta que, si la situación en Oriente Medio se calma, la lógica de “desdolarización” del mercado podría resurgir, y en ese momento el euro podría tener una oportunidad de rebote.
Puntos clave de esta semana: Seguir de cerca la evolución de la situación en Oriente Medio y la publicación de los datos de inflación PCE en EE. UU., ya que ambos influirán de manera sustancial en la dirección del euro/dólar.
El Banco de Japón se vuelve dovish, el aura de refugio del yen se desvanece
La semana pasada, el USD/JPY subió un 1.38%, y detrás de esa subida también hay una doble lógica de política y geopolítica.
La reunión del Banco de Japón mantuvo las tasas de interés sin cambios, pero anunció un ajuste en el ritmo de salida del estímulo cuantitativo: a partir de abril de 2026, reducirá la compra de bonos a un ritmo más moderado. Esta señal fue interpretada inmediatamente por el mercado como un giro dovish, y las expectativas de aumento de tasas en el año cayeron en consecuencia. Los pronósticos más recientes de Nomura y Goldman Sachs apuntan a que la próxima subida de tasas del Banco de Japón será en enero de 2026.
Al mismo tiempo, la escalada en el conflicto en Oriente Medio tuvo un efecto adicional negativo en el yen. Los precios del petróleo subieron casi un 10% en los últimos diez días, y Japón importa más del 90% de su petróleo de Oriente Medio, lo que convierte a su dependencia energética en una carga pesada en este momento. La lógica de que el yen es un activo de refugio seguro se está desmoronando, ya que la vulnerabilidad de la economía japonesa ante el aumento del precio del petróleo ya es evidente.
Los analistas creen en general que, a corto plazo, los precios del petróleo no mostrarán una tendencia a la baja, y el USD/JPY seguirá siendo apoyado.
Perspectiva técnica: El USD/JPY ha superado con éxito la zona de consolidación anterior. El RSI continúa en alza y el impulso no ha disminuido, lo que sugiere que aún hay espacio para una mayor subida. El objetivo cercano está en el máximo anterior de 148.65; si hay una subida y luego una corrección, el soporte se sitúa en torno a 145.
Puntos clave de esta semana: La evolución en Oriente Medio y los datos económicos de EE. UU. serán decisivos. Si el conflicto se intensifica, el USD/JPY podría seguir subiendo; de lo contrario, enfrentará presiones de corrección.
Resumen
El motor principal en el mercado de divisas ya no es solo la divergencia en las políticas monetarias, sino una combinación de “expectativas de los bancos centrales + primas geopolíticas”. Cada cambio en la situación en Oriente Medio afecta en tiempo real los precios del petróleo, y esto a su vez influye en la estructura del mercado de divisas global. El euro y el yen, como proxies de activos de riesgo, están siendo presionados, pero la duración de esta presión dependerá de la evolución del conflicto: si la situación se calma, la reversión del sentimiento del mercado puede ser igual de rápida. Los inversores deben seguir de cerca las últimas novedades en Oriente Medio y prepararse para posibles cambios en las políticas.
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El aumento de la tensión en Oriente Medio impulsa los precios del petróleo, el euro y el yen también se ven presionados.
Una visión rápida del mercado semanal
La semana pasada, el índice del dólar subió un 0.65%, lo que llevó a una caída colectiva de las monedas no estadounidenses. Entre ellas, el euro cayó un 0.22%, el yen japonés fue la más afectada con una caída del 1.38% en la semana, además el dólar australiano bajó un 0.56% y la libra esterlina un 0.92%. Detrás de esta caída, no solo hubo un impulso por parte de las políticas de los bancos centrales, sino también una reestructuración de los flujos de refugio seguro provocada por la escalada en la situación en Oriente Medio.
La Reserva Federal mantiene una postura hawkish, el euro/dólar soporta doble golpe
La reunión del FOMC de la Reserva Federal mantuvo las tasas sin cambios como se esperaba, pero el gráfico de puntos reveló una relajación en las expectativas del mercado: la expectativa de recortes de tasas en el año se ajustó de tres a dos, y aumentó claramente el número de funcionarios que apoyan mantener las tasas. El presidente Powell insinuó que en el futuro la presión inflacionaria aumentará, manteniendo la postura hawkish en general.
Esta señal de política ejerció presión directa sobre el tipo de cambio euro/dólar. Pero el verdadero “asesino” vino de la escalada en la situación en Oriente Medio: a medida que el conflicto se intensificaba, los precios del petróleo subieron, lo que justo actuó como un catalizador para el dólar. Debido a que EE. UU. es un exportador de energía, en los últimos años la correlación entre el precio del petróleo y el índice del dólar se ha fortalecido notablemente; en cambio, Europa depende mucho más de las importaciones de energía, por lo que el aumento del precio del petróleo debilita las perspectivas económicas europeas, presionando aún más al euro.
Goldman Sachs advierte que si Irán bloquea el estrecho de Ormuz, una vía clave para el transporte mundial de energía, más del 20% del petróleo y gas natural licuado del mundo podría verse afectado, y el precio del petróleo podría superar los 100 dólares por barril.
Perspectiva técnica: Aunque el euro/dólar ha mostrado una corrección, en general sigue operando en una tendencia alcista. Si rompe el soporte de la media móvil de 21 días en 1.144, el siguiente soporte clave se sitúa en 1.135. Por el contrario, si vuelve a subir con fuerza, el máximo anterior en 1.163 será una resistencia. Es importante tener en cuenta que, si la situación en Oriente Medio se calma, la lógica de “desdolarización” del mercado podría resurgir, y en ese momento el euro podría tener una oportunidad de rebote.
Puntos clave de esta semana: Seguir de cerca la evolución de la situación en Oriente Medio y la publicación de los datos de inflación PCE en EE. UU., ya que ambos influirán de manera sustancial en la dirección del euro/dólar.
El Banco de Japón se vuelve dovish, el aura de refugio del yen se desvanece
La semana pasada, el USD/JPY subió un 1.38%, y detrás de esa subida también hay una doble lógica de política y geopolítica.
La reunión del Banco de Japón mantuvo las tasas de interés sin cambios, pero anunció un ajuste en el ritmo de salida del estímulo cuantitativo: a partir de abril de 2026, reducirá la compra de bonos a un ritmo más moderado. Esta señal fue interpretada inmediatamente por el mercado como un giro dovish, y las expectativas de aumento de tasas en el año cayeron en consecuencia. Los pronósticos más recientes de Nomura y Goldman Sachs apuntan a que la próxima subida de tasas del Banco de Japón será en enero de 2026.
Al mismo tiempo, la escalada en el conflicto en Oriente Medio tuvo un efecto adicional negativo en el yen. Los precios del petróleo subieron casi un 10% en los últimos diez días, y Japón importa más del 90% de su petróleo de Oriente Medio, lo que convierte a su dependencia energética en una carga pesada en este momento. La lógica de que el yen es un activo de refugio seguro se está desmoronando, ya que la vulnerabilidad de la economía japonesa ante el aumento del precio del petróleo ya es evidente.
Los analistas creen en general que, a corto plazo, los precios del petróleo no mostrarán una tendencia a la baja, y el USD/JPY seguirá siendo apoyado.
Perspectiva técnica: El USD/JPY ha superado con éxito la zona de consolidación anterior. El RSI continúa en alza y el impulso no ha disminuido, lo que sugiere que aún hay espacio para una mayor subida. El objetivo cercano está en el máximo anterior de 148.65; si hay una subida y luego una corrección, el soporte se sitúa en torno a 145.
Puntos clave de esta semana: La evolución en Oriente Medio y los datos económicos de EE. UU. serán decisivos. Si el conflicto se intensifica, el USD/JPY podría seguir subiendo; de lo contrario, enfrentará presiones de corrección.
Resumen
El motor principal en el mercado de divisas ya no es solo la divergencia en las políticas monetarias, sino una combinación de “expectativas de los bancos centrales + primas geopolíticas”. Cada cambio en la situación en Oriente Medio afecta en tiempo real los precios del petróleo, y esto a su vez influye en la estructura del mercado de divisas global. El euro y el yen, como proxies de activos de riesgo, están siendo presionados, pero la duración de esta presión dependerá de la evolución del conflicto: si la situación se calma, la reversión del sentimiento del mercado puede ser igual de rápida. Los inversores deben seguir de cerca las últimas novedades en Oriente Medio y prepararse para posibles cambios en las políticas.