El problema de la "explotación" de la IA sale a la luz: expertos advierten que la curiosidad y la capacidad de pensamiento en el lugar de trabajo están desapareciendo
¿AI cómodo e instantáneo, pero a costa de nuestro cerebro?
A finales de 2025, herramientas de IA generativa como ChatGPT ya se han infiltrado ampliamente en la rutina diaria de la oficina, desde la organización de datos hasta la redacción de contenidos, casi sin límites. Sin embargo, cada vez más expertos e investigaciones señalan que la conveniencia de estas herramientas puede estar sacrificando la curiosidad humana, el pensamiento profundo y el desarrollo profesional a largo plazo.
El educador en gestión de productos George Nurijanian publicó recientemente en X (Twitter) que la IA está empezando a mostrar un fenómeno que él llama «Problema de extracción» (Extraction Problem). Él cree que las respuestas rápidas que da la IA parecen satisfacer la sed de conocimiento de las personas, pero en realidad omiten el proceso de aprendizaje, reflexión y autocomprensión, lo que hará que los seres humanos pierdan gradualmente el «ciclo de curiosidad» necesario para construir experiencia profesional.
De la curiosidad a la pereza: ¿cómo la IA nos hace perder músculo para pensar?
Nurijanian, tomando como ejemplo a un gerente de producto principiante, ilustra el impacto real de este fenómeno: cuando enfrentan opiniones complejas de partes interesadas, este PM simplemente deja que la IA analice el problema en lugar de desglosarlo y explorar las claves por sí mismo. Aunque esto ahorra tiempo, también equivale a delegar en la máquina el «circuito cognitivo» que debería ser ejecutado por el cerebro, lo que a largo plazo no favorece la acumulación de experiencia ni el crecimiento de habilidades.
Investigación del MIT: escribir con IA reduce notablemente la actividad cerebral
La observación de Nurijanian no es infundada. En 2025, el MIT Media Lab publicó un estudio titulado «Your Brain on ChatGPT» que observa directamente los cambios en la actividad cerebral en diferentes escenarios de escritura. Los participantes escribieron en tres condiciones: sin depender de herramientas, usando motores de búsqueda y usando modelos de lenguaje grande (como GPT-4o).
Los resultados mostraron que los participantes que usaron IA tenían la actividad cerebral más débil, con una reducción en las conexiones neuronales de hasta un 55%, y una participación cognitiva general significativamente menor. El equipo de investigación llamó a este fenómeno «Deuda Cognitiva» (Cognitive Debt): cuando el cerebro se acostumbra a externalizar el pensamiento complejo, esto puede acumularse y provocar una disminución a largo plazo en la creatividad y la capacidad de pensar.
Este estudio fue liderado por Nataliya Kosmyna y Pattie Maes, quienes señalaron que incluso si estos usuarios habituales dejan de depender de la escritura con IA, su actividad cerebral sigue siendo baja, demostrando el impacto a largo plazo de las herramientas de IA en el funcionamiento cerebral.
No solo un estudio: cuanto más se usa la IA, menor es el pensamiento crítico
No solo el MIT, en 2025 hay más investigaciones que apoyan esta idea. Un estudio publicado en la revista sociológica «Societies» por Michael Gerlich encontró una correlación clara entre el uso frecuente de herramientas de IA y la disminución de la capacidad de pensamiento crítico. La causa principal sigue siendo la «Descarga Cognitiva» (Cognitive Offloading): cuando las personas delegan en máquinas tareas que requieren pensar, se priva al cerebro de oportunidades de entrenamiento.
Ese mismo año, una encuesta apoyada por Microsoft y presentada en la conferencia CHI 2025 también indicó que los trabajadores del conocimiento perciben que, tras depender de la IA para tareas rutinarias, su «participación cognitiva subjetiva» ha disminuido.
¿De herramientas a muletas? Los expertos llaman a establecer hábitos saludables en el uso de IA
Aunque la IA aumenta la eficiencia a corto plazo, una dependencia excesiva puede conducir a una merma en la innovación y en las habilidades profesionales. Especialmente en áreas como gestión de productos, diseño e investigación, donde la evaluación integral y el pensamiento creativo son esenciales, «saltar» el proceso de exploración equivale a debilitar la base del desarrollo profesional.
Nurijanian hace un llamado a los profesionales para mantener el «Ciclo de Curiosidad» — es decir, un proceso constante de preguntar, probar y descubrir, que es clave para acumular y profundizar conocimientos especializados. Él enfatiza que la IA debe ser un «colaborador», no un « sustituto».
Desafíos clave en 2026: ¿cómo mantener la inteligencia humana en un trabajo inteligente?
Con la llegada de 2026, el papel de la IA en el lugar de trabajo solo será más importante. Expertos, educadores y responsables políticos están llamando a establecer directrices claras para el uso de IA, para evitar que el avance tecnológico cause un retroceso en las capacidades de pensamiento humano.
En una era donde la automatización se vuelve la norma, aprender a «usar inteligentemente y sin dependencia» de la IA puede ser la clave para la competitividad futura en el mercado laboral.
Este artículo sobre el «Problema de extracción» de la IA y las advertencias de los expertos sobre la pérdida de curiosidad y pensamiento en el trabajo fue publicado originalmente en Chain News ABMedia.
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El problema de la "explotación" de la IA sale a la luz: expertos advierten que la curiosidad y la capacidad de pensamiento en el lugar de trabajo están desapareciendo
¿AI cómodo e instantáneo, pero a costa de nuestro cerebro?
A finales de 2025, herramientas de IA generativa como ChatGPT ya se han infiltrado ampliamente en la rutina diaria de la oficina, desde la organización de datos hasta la redacción de contenidos, casi sin límites. Sin embargo, cada vez más expertos e investigaciones señalan que la conveniencia de estas herramientas puede estar sacrificando la curiosidad humana, el pensamiento profundo y el desarrollo profesional a largo plazo.
El educador en gestión de productos George Nurijanian publicó recientemente en X (Twitter) que la IA está empezando a mostrar un fenómeno que él llama «Problema de extracción» (Extraction Problem). Él cree que las respuestas rápidas que da la IA parecen satisfacer la sed de conocimiento de las personas, pero en realidad omiten el proceso de aprendizaje, reflexión y autocomprensión, lo que hará que los seres humanos pierdan gradualmente el «ciclo de curiosidad» necesario para construir experiencia profesional.
De la curiosidad a la pereza: ¿cómo la IA nos hace perder músculo para pensar?
Nurijanian, tomando como ejemplo a un gerente de producto principiante, ilustra el impacto real de este fenómeno: cuando enfrentan opiniones complejas de partes interesadas, este PM simplemente deja que la IA analice el problema en lugar de desglosarlo y explorar las claves por sí mismo. Aunque esto ahorra tiempo, también equivale a delegar en la máquina el «circuito cognitivo» que debería ser ejecutado por el cerebro, lo que a largo plazo no favorece la acumulación de experiencia ni el crecimiento de habilidades.
Investigación del MIT: escribir con IA reduce notablemente la actividad cerebral
La observación de Nurijanian no es infundada. En 2025, el MIT Media Lab publicó un estudio titulado «Your Brain on ChatGPT» que observa directamente los cambios en la actividad cerebral en diferentes escenarios de escritura. Los participantes escribieron en tres condiciones: sin depender de herramientas, usando motores de búsqueda y usando modelos de lenguaje grande (como GPT-4o).
Los resultados mostraron que los participantes que usaron IA tenían la actividad cerebral más débil, con una reducción en las conexiones neuronales de hasta un 55%, y una participación cognitiva general significativamente menor. El equipo de investigación llamó a este fenómeno «Deuda Cognitiva» (Cognitive Debt): cuando el cerebro se acostumbra a externalizar el pensamiento complejo, esto puede acumularse y provocar una disminución a largo plazo en la creatividad y la capacidad de pensar.
Este estudio fue liderado por Nataliya Kosmyna y Pattie Maes, quienes señalaron que incluso si estos usuarios habituales dejan de depender de la escritura con IA, su actividad cerebral sigue siendo baja, demostrando el impacto a largo plazo de las herramientas de IA en el funcionamiento cerebral.
No solo un estudio: cuanto más se usa la IA, menor es el pensamiento crítico
No solo el MIT, en 2025 hay más investigaciones que apoyan esta idea. Un estudio publicado en la revista sociológica «Societies» por Michael Gerlich encontró una correlación clara entre el uso frecuente de herramientas de IA y la disminución de la capacidad de pensamiento crítico. La causa principal sigue siendo la «Descarga Cognitiva» (Cognitive Offloading): cuando las personas delegan en máquinas tareas que requieren pensar, se priva al cerebro de oportunidades de entrenamiento.
Ese mismo año, una encuesta apoyada por Microsoft y presentada en la conferencia CHI 2025 también indicó que los trabajadores del conocimiento perciben que, tras depender de la IA para tareas rutinarias, su «participación cognitiva subjetiva» ha disminuido.
¿De herramientas a muletas? Los expertos llaman a establecer hábitos saludables en el uso de IA
Aunque la IA aumenta la eficiencia a corto plazo, una dependencia excesiva puede conducir a una merma en la innovación y en las habilidades profesionales. Especialmente en áreas como gestión de productos, diseño e investigación, donde la evaluación integral y el pensamiento creativo son esenciales, «saltar» el proceso de exploración equivale a debilitar la base del desarrollo profesional.
Nurijanian hace un llamado a los profesionales para mantener el «Ciclo de Curiosidad» — es decir, un proceso constante de preguntar, probar y descubrir, que es clave para acumular y profundizar conocimientos especializados. Él enfatiza que la IA debe ser un «colaborador», no un « sustituto».
Desafíos clave en 2026: ¿cómo mantener la inteligencia humana en un trabajo inteligente?
Con la llegada de 2026, el papel de la IA en el lugar de trabajo solo será más importante. Expertos, educadores y responsables políticos están llamando a establecer directrices claras para el uso de IA, para evitar que el avance tecnológico cause un retroceso en las capacidades de pensamiento humano.
En una era donde la automatización se vuelve la norma, aprender a «usar inteligentemente y sin dependencia» de la IA puede ser la clave para la competitividad futura en el mercado laboral.
Este artículo sobre el «Problema de extracción» de la IA y las advertencias de los expertos sobre la pérdida de curiosidad y pensamiento en el trabajo fue publicado originalmente en Chain News ABMedia.