La polémica de los aranceles de Trump no ha terminado: cinco medidas clave podrían decidir el destino de Bitcoin en 2026

A medida que se acerca 2026, el mercado de Bitcoin enfrenta un riesgo macroeconómico claro: la agenda arancelaria del presidente de EE. UU., Donald Trump. Al revisar 2025, el mercado de criptomonedas ya experimentó en profundidad el impacto de los titulares sobre aranceles en los precios, cuyo efecto fue tan fuerte como el flujo de fondos en ETF. Este artículo analiza en profundidad las cinco principales riesgos arancelarios que acechan en 2026, incluyendo el precipicio de aranceles del 100% contra China, la posible subida de los aranceles de referencia global, los aranceles retaliatorios por el impuesto digital a los servicios en Europa, los aranceles farmacéuticos que podrían llegar hasta el 200%, y la expansión de los aranceles secundarios basados en sanciones comerciales.

Cada una de estas medidas podría revertir rápidamente la liquidez del mercado y el sentimiento de riesgo, generando una gran incertidumbre en la tendencia de Bitcoin. Los datos históricos muestran que las subidas de aranceles en 2025 provocaron varias ventas masivas, con liquidaciones diarias de hasta 19 mil millones de dólares, y el mercado aún no se ha recuperado completamente. Los inversores deben seguir de cerca estos movimientos políticos para prepararse ante posibles tormentas en el mercado.

Revisión de 2025: Cómo los titulares sobre aranceles dominaron el pulso del mercado de criptomonedas

Para entender el futuro, primero hay que revisar el pasado. En 2025, la política arancelaria del gobierno de Trump se convirtió en una de las narrativas macroeconómicas más importantes del mercado de criptomonedas, y su impacto en la volatilidad sirvió como una lección viva para los inversores. A diferencia de los datos macroeconómicos tradicionales, los anuncios de aranceles suelen ser sorpresivos, impactando directamente en el comercio global y las expectativas de crecimiento, y transmitiéndose rápidamente a un mercado de criptomonedas extremadamente sensible a la liquidez. Este patrón de impacto indica que activos digitales como Bitcoin ya no son activos de riesgo aislados, sino que su comportamiento de precios está cada vez más ligado al sentimiento macro global y a la liquidez.

La primera reacción violenta del mercado ocurrió a principios de febrero. Cuando Trump anunció nuevos aranceles a México, Canadá y China, Bitcoin cayó a su nivel más bajo en tres semanas, acercándose a los 91,400 dólares. Ethereum cayó aproximadamente un 25% en tres días, y muchas monedas principales perdieron más del 20% en un solo día, lo que llevó a los operadores a reducir rápidamente su exposición al riesgo. Esto muestra claramente que, en periodos de pánico, la correlación entre activos digitales y activos tradicionales de riesgo (como las acciones) se intensifica, y la expectativa de liquidez restringida provoca una salida de fondos de los activos de mayor riesgo.

Luego vino el impacto del “Día de la Liberación” en abril y la escalada de las tensiones comerciales entre EE. UU. y China. Durante ese período, Bitcoin cayó por debajo de los 82,000 dólares, junto con las acciones relacionadas con criptomonedas, en una oleada de ventas. Sin embargo, la resiliencia del mercado también quedó patente en ese momento. Cuando la Casa Blanca dio señales de que podría suspender los aranceles, las criptomonedas reaccionaron rápidamente al alza. Para mayo, tras un acuerdo provisional entre EE. UU. y China, Bitcoin se recuperó con fuerza por encima de los 100,000 dólares, y ETH también subió considerablemente. Este patrón de “malas noticias que generan buenas oportunidades” muestra que el mercado no solo ajusta los precios a las noticias negativas, sino que también mantiene expectativas de una posible relajación política, brindando oportunidades para los traders de swing.

No obstante, la prueba de resistencia más dura ocurrió en octubre de 2025. Trump propuso imponer un arancel del 100% a las importaciones de tierras raras desde China, lo que provocó un desplome relámpago en el mercado. Bitcoin cayó más del 16% en una rápida bajada, y en los principales exchanges centralizados se registraron liquidaciones forzosas diarias por hasta 19 mil millones de dólares. La fuerza destructiva de esta tormenta de liquidaciones fue tal que, hasta diciembre de 2025, el mercado aún no se había recuperado por completo. Este evento evidenció la vulnerabilidad del apalancamiento en condiciones de volatilidad extrema y cómo las noticias arancelarias pueden desencadenar cadenas de liquidaciones en contratos apalancados, amplificando las caídas del mercado.

Resumen de datos de respuesta del mercado a los eventos arancelarios clave de 2025

Impacto arancelario de febrero

  • Precio mínimo de Bitcoin: aproximadamente 91,400 dólares
  • Caída en Ethereum en tres días: aproximadamente 25%
  • Caída máxima en un día en monedas principales: > 20%

Impacto del “Día de la Liberación” en abril

  • Precio mínimo de Bitcoin: < 82,000 dólares
  • Característica del mercado: ventas sincronizadas con acciones relacionadas con criptomonedas

Rebote tras la pausa arancelaria de mayo

  • Rebote de Bitcoin en máximos: > 100,000 dólares
  • Característica del mercado: rápida recuperación del sentimiento de riesgo, entrada de fondos en fondos de activos digitales

Pánico por arancel del 100% en octubre

  • Caída máxima en un día de Bitcoin: > 16%
  • Liquidaciones totales en un día: 19 mil millones de dólares
  • Impacto posterior: el mercado aún no se ha recuperado completamente hasta diciembre

Análisis profundo de los cinco principales riesgos arancelarios en 2026

Basándonos en la experiencia de 2025, podemos analizar con mayor claridad los cinco principales riesgos arancelarios que enfrentará 2026. Estas políticas potenciales no solo afectan al comercio, sino que son variables clave que influyen en la liquidez global, las expectativas de inflación y la aversión al riesgo, dejando su huella en los gráficos de Bitcoin a través de mecanismos complejos de transmisión.

Riesgo uno: El precipicio de aranceles del 100% contra China, aún sin resolver

Esta política es sin duda uno de los riesgos macroeconómicos más intimidantes para 2026. Consiste en aplicar un arancel del 100% a todas las importaciones desde China, a menos que se alcance un acuerdo en las negociaciones. Tras su anuncio en octubre de 2025, se pospuso, haciendo que finales de 2026 sean un nuevo foco de atención.

Si se activa este arancel, el mercado lo valorará inmediatamente como una combinación negativa de “crecimiento más débil” y “inflación más persistente”. Para Bitcoin, su transmisión sería múltiple: primero, los aranceles elevarían los costos de importación, lo que podría forzar a la Reserva Federal a mantener una postura más cautelosa respecto a recortes de tasas en un contexto de desaceleración, conduciendo a un endurecimiento sustancial de las condiciones financieras. Segundo, las preocupaciones sobre el crecimiento debilitarían las expectativas de beneficios empresariales, presionando a las bolsas globales y generando un sentimiento de aversión al riesgo, provocando salidas de fondos de Bitcoin y otros activos de riesgo. Finalmente, la mayor volatilidad provocada por estas noticias podría desencadenar liquidaciones en posiciones apalancadas, creando un ciclo de retroalimentación negativa similar al de octubre de 2025. En ese momento, la narrativa de Bitcoin como “oro digital” refugio podría ceder temporalmente ante su carácter de “activo beta de alto riesgo”.

Riesgo dos: La posible subida de los aranceles de referencia global

Además de los aranceles específicos, Trump insinuó durante la campaña que podría aumentar aún más el arancel de referencia del 10% implementado en 2025. Este es un riesgo más generalizado y de impacto más profundo.

A diferencia de un impacto puntual, una subida de los aranceles de referencia constituiría una presión continua y sistémica. Mantendría elevados los costos de inflación importada en EE. UU. y en el mundo, reduciría los márgenes de beneficio empresarial y podría desencadenar represalias en cadena por parte de socios comerciales. Para el mercado de Bitcoin, esto significaría un entorno de volatilidad más habitual. Las subidas podrían ser más accidentadas y breves (rallies más choppier), ya que cualquier optimismo sería contenido por las tensiones comerciales; y las caídas, con fondos que intentan comprar en las caídas, serían más cautelosos (dips más delgados). La sensibilidad a las expectativas de tasas también aumentaría, ya que cualquier postura hawkish de la Fed por presiones inflacionarias amplificaría los movimientos en el mercado cripto.

Riesgo tres: La imposición de aranceles retaliatorios por el impuesto digital a los servicios en Europa

Esta política es una represalia de EE. UU. contra la UE por el impuesto digital a los servicios (DST). En 2025, Trump advirtió que los países que mantuvieran este tipo de impuestos enfrentarían “aranceles sustanciales”.

Como los principales actores económicos del mundo, las tensiones comerciales entre EE. UU. y Europa impactarán directamente en los mercados bursátiles globales y en el euro. El mercado de criptomonedas, en sus fases iniciales, suele seguir este ritmo de “búsqueda de refugio”. Como en 2025, estas noticias pueden convertirse rápidamente en caídas impulsadas por liquidaciones. Si se implementan, no solo afectarán a las acciones tecnológicas, sino también a las financieras y manufactureras, provocando una reevaluación general de activos. En este contexto macro, Bitcoin no podrá mantenerse aislado a corto plazo, y la liquidez más ajustada impulsará a los fondos a buscar activos en dólares u otros refugios tradicionales, en lugar de criptomonedas más volátiles.

Riesgo cuatro: La posible subida de hasta 200% en los aranceles farmacéuticos

Esta política apunta a medicamentos de marca o patentados importados, con el objetivo de castigar a las farmacéuticas que no trasladan su producción a EE. UU. Trump ya insinuó en 2025 que podría aplicar tasas muy altas, posicionándolas como una herramienta para traer de vuelta la industria.

Si en 2026 los aranceles alcanzan el 200%, el impacto principal sería en las expectativas de inflación. Aunque en periodos de pánico inflacionista Bitcoin suele mencionarse como cobertura, en la práctica los traders tienden a vender primero en un entorno de liquidez contraída por políticas restrictivas. Los aranceles farmacéuticos afectarían directamente los costos de vida, generando expectativas de precios más altos y modificando las previsiones sobre las políticas de los bancos centrales. Para Bitcoin, esto significaría que su trayectoria de precios sería más compleja: inicialmente, presionado por la venta en activos de riesgo, y luego, si logra una recuperación basada en narrativas antiinflacionarias, dependerá de la percepción sobre si la inflación es transitoria o estructural, y de la respuesta de la Fed.

Riesgo cinco: La expansión de los aranceles secundarios vinculados a sanciones comerciales

Se trata de una herramienta arancelaria con un fuerte componente geopolítico, diseñada para castigar a países que compran petróleo o bienes a adversarios de EE. UU. (como ciertos países productores de petróleo), incluso si estos países no son directamente sancionados. Trump ya introdujo y usó públicamente este concepto en 2025.

Si en 2026 se amplía esta herramienta, más países quedarían atrapados en el fuego cruzado de las guerras arancelarias, aumentando significativamente la incertidumbre geopolítica y comercial global. Para Bitcoin, el canal de mayor impacto sería la volatilidad. La mayor incertidumbre suele traducirse en rangos de precios más amplios, liquidaciones forzadas más frecuentes (por apalancamiento y ajustes en modelos de riesgo) y recuperaciones más lentas (a menos que haya una inyección de liquidez global). Este entorno puede ofrecer oportunidades para traders a corto plazo, pero representa un gran desafío para inversores a largo plazo y fondos institucionales.

Características de Bitcoin como activo macro de riesgo y estrategias de afrontamiento

De lo anterior, se desprende claramente que las políticas arancelarias afectan a Bitcoin principalmente a través de cinco canales: crecimiento, inflación, liquidez, sentimiento de riesgo y volatilidad. Esto revela otra cara de la madurez de Bitcoin: se ha convertido en un activo macroeconómico importante. Su precio ya no está solo impulsado por la tecnología en cadena, narrativas de adopción o memes, sino que la influencia de los flujos de capital globales y las políticas macro está tomando un peso cada vez mayor.

Frente a las potenciales tormentas arancelarias de 2026, los inversores pueden considerar estrategias de respuesta en múltiples niveles. En el plano táctico, seguir de cerca los anuncios de la Oficina de Representantes de Comercio de EE. UU. (USTR), las interacciones diplomáticas entre EE. UU., China y Europa, y las dinámicas en sectores clave (como tierras raras y farmacéuticas) ayuda a anticipar eventos de riesgo. En gestión de posiciones, reducir apalancamiento y aumentar márgenes antes de ventanas clave de decisiones arancelarias es una medida práctica para evitar una repetición de las liquidaciones de octubre de 2025. En la asignación de activos, entender la lógica del mercado en diferentes fases es fundamental: en las fases iniciales de “búsqueda de refugio” por pánico arancelario, el efectivo o los bonos a corto plazo pueden ser mejores refugios; y cuando el mercado haya caído demasiado y haya señales de relajación política, Bitcoin suele mostrar una fuerte capacidad de rebote.

Principios básicos para entender cómo los aranceles afectan al mercado

Para comprender mejor los riesgos mencionados, es importante revisar brevemente las rutas clásicas de transmisión de los efectos de las políticas arancelarias en los mercados financieros. Esto no es exclusivo del mercado de criptomonedas, sino una lógica universal en los mercados de capital globales.

Primero, los aranceles aumentan directamente los costos de importación, que generalmente se trasladan a los consumidores, elevando el índice de precios al consumidor (IPC) y generando preocupaciones inflacionarias. Los bancos centrales, especialmente la Reserva Federal, tienen como uno de sus objetivos principales la estabilidad de precios. Cuando la inflación se vuelve más persistente por los aranceles, es más probable que la Fed retrase recortes de tasas o mantenga tasas altas, lo que eleva las expectativas de tasas de interés y restringe el entorno financiero.

En segundo lugar, los aranceles actúan como barreras comerciales que dificultan la libre circulación de bienes y servicios, reduciendo la eficiencia económica. Cuando las dos mayores economías del mundo imponen aranceles elevados, los costos en las cadenas de suministro globales aumentan, la inversión y expansión empresarial se ven afectadas y las perspectivas de crecimiento global se deterioran. La expectativa de menor crecimiento presiona a la baja los beneficios corporativos y revaloriza los activos de riesgo.

Por último, la combinación de estos efectos puede generar un escenario de “estanflación”: crecimiento débil y alta inflación. En este contexto, la valoración de los activos de riesgo suele sufrir una presión significativa. Aunque las criptomonedas, en particular Bitcoin, tienen narrativas de protección contra la devaluación fiat, en periodos de contracción de liquidez y caída de apetito por el riesgo, también tienden a verse afectadas. La historia ha demostrado que en momentos de pánico “en efectivo primero”, la correlación entre activos tiende a acercarse a 1, y todos caen en sincronía.

La estructura del mercado cripto y el efecto amplificador del apalancamiento

La capacidad del mercado de criptomonedas para amplificar la volatilidad ante noticias arancelarias no solo se debe a los mecanismos macroeconómicos, sino también a su estructura particular. El apalancamiento elevado y los derivados complejos son factores clave.

En comparación con los mercados bursátiles tradicionales, en las criptomonedas se ofrecen apalancamientos extremadamente altos (50x, 100x o más). En condiciones normales, esto permite a los traders maximizar la eficiencia del capital. Pero en caídas rápidas, los apalancados en largo se ven forzados a cerrar posiciones en precios muy por debajo del nivel de entrada, generando ventas masivas. Estas liquidaciones forzadas no son ventas basadas en análisis fundamental, sino ventas algorítmicas, sin consideración del precio, que generan una presión adicional sobre el mercado y provocan más liquidaciones en cadena, creando un ciclo vicioso. La liquidación de 19 mil millones de dólares en un solo día en octubre de 2025 ejemplifica este mecanismo.

Además, la naturaleza 24/7 del mercado cripto, la escasa regulación y la falta de mecanismos de “freno” tradicionales hacen que las noticias negativas puedan propagarse instantáneamente en todos los husos horarios, generando movimientos extremos en los precios. Por ello, entender cómo los aranceles afectan al mercado requiere combinar análisis macroeconómico con la microestructura del mercado cripto. Para reguladores y grandes instituciones, gestionar estos riesgos sistémicos y evitar que las liquidaciones apalancadas desencadenen inestabilidad financiera es un reto real. Para los inversores particulares, comprender este efecto amplificador es esencial para gestionar riesgos y evitar ser “barreado” en la tormenta.

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