“Ahora había en Jerusalén un hombre llamado Simeón… justo y piadoso… y el Espíritu Santo estaba sobre él.” (Lucas 2:25)
Antes de la resurrección de Cristo, el Espíritu no habitaba en todos. Esto marca a Simeón como un hombre que vivía en una cercanía rara con Dios.
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Parte 2 Continuación.. ¿quién era Simeón? (2/7)
“Ahora había en Jerusalén un hombre llamado Simeón… justo y piadoso… y el Espíritu Santo estaba sobre él.” (Lucas 2:25)
Antes de la resurrección de Cristo, el Espíritu no habitaba en todos. Esto marca a Simeón como un hombre que vivía en una cercanía rara con Dios.