¿Qué puede hacer que un país pase de “prohibición total” a “listado de criptomonedas en la bolsa de valores”?
En 21 años, la directora del Banco Central de Rusia, Nabiullina, frente a las cámaras, con un tono indiscutible, dijo: nuestra actitud hacia las criptomonedas, en términos simples, es una postura de rechazo total.
En diciembre de 25 años, en el mismo país, Rusia, y en una institución financiera de nivel nacional.
La mayor bolsa de Moscú y San Petersburgo anunció públicamente: tecnología lista, solo esperando la entrada en vigor de la regulación el 1 de julio de 26 años.
Desde entonces, tanto los inversores minoristas como las instituciones pueden negociar criptomonedas en la bolsa de valores. Y además, con una aceptación positiva por parte de la bolsa, no como una concesión en la zona gris.
En cuatro años, Rusia pasó de “prohibición total” a “cómo gestionar”.
01, ¿Qué ha pasado?
En marzo de 25 años, Rusia lanzó un “sistema legal experimental” que permite el uso de criptomonedas en pagos transfronterizos.
En diciembre de 25 años, el Banco Central publicó un marco regulatorio integral, definiendo las criptomonedas como “activos monetarios”.
Hoy, en 25 años, las dos principales bolsas de valores nacionales anunciaron que la tecnología está lista y soporta este marco.
El 1 de julio de 26 años, la regulación entrará en vigor oficialmente, iniciando el comercio de criptomonedas.
Las reglas regulatorias también están claras.
Los inversores calificados podrán negociar sin límite, incluyendo instituciones financieras, personas de alto patrimonio y inversores profesionales.
Los inversores minoristas tienen un límite de 300,000 rublos por año (aproximadamente 3,200 dólares). Este límite no es alto, pero que se pueda negociar legalmente ya es un logro.
Todas las transacciones deben realizarse a través de una bolsa autorizada, y todos los participantes necesitan KYC y controles anti lavado de dinero.
Desde un punto de vista de diseño institucional, esto es una apertura bajo un control estricto.
02, ¿Por qué ahora?
Primero, las sanciones han impulsado la diversificación de instrumentos financieros.
En febrero de 22 años, Rusia fue expulsada de SWIFT, con activos en dólares congelados, y el pago transfronterizo se redujo.
Las criptomonedas se convirtieron en una fuente limitada pero real de liquidez adicional, no como una herramienta de especulación, sino como una ventana controlada para evadir restricciones.
Segundo, la industria de minería ya es una realidad.
Rusia es el segundo mayor país en minería de Bitcoin, solo después de EE. UU. La electricidad barata en Siberia, el clima frío y la capacidad energética ociosa tras las sanciones han hecho de la minería una industria concreta.
En 24 años, Rusia legalizó la minería de Bitcoin y la integró en su sistema fiscal.
Dado que las monedas minadas ya existen, surge la pregunta de cómo negociarlas, cómo valorarlas y cómo tributar. En lugar de que estas activos circulen en exchanges en el extranjero, es mejor crear un mercado local, al menos para tener control de datos y bases fiscales.
Tercero, la continuación de la narrativa de desdolarización.
Rusia ha estado promoviendo en los últimos años la “desdolarización”, aumentando la proporción de yuanes, oro y rublos en reservas y comercio.
Las criptomonedas se han incorporado a esta narrativa. No son un sustituto del dólar, pero sí una parte del sistema no dolarizado.
Poner la negociación de activos criptográficos en bolsas nacionales significa que el gobierno ruso considera que esta herramienta ya es lo suficientemente madura para integrarse en el sistema financiero formal, al menos en un rango controlado.
Esto revela un cambio en la lógica regulatoria, y no una narrativa simplificada de “Rusia apoya las criptomonedas”.
03, De “prohibir” a “domar”
La estrategia de Rusia no es abrazar el libre mercado, sino usar el poder estatal para incluir los activos criptográficos en un marco controlado.
Las transacciones se limitan a bolsas autorizadas, los participantes deben estar identificados, hay límites para minoristas, y todo el dinero es rastreable en toda la cadena.
Es una “incorporación institucionalizada”. Las criptomonedas dejan de ser “herramientas contra el sistema” y pasan a ser instrumentos financieros aceptados por el sistema.
04, La fragmentación regulatoria se acelera
A nivel global, las actitudes hacia los activos criptográficos están divergiendo.
EE. UU. impulsa ETF y regulación conforme, intentando domesticar las criptomonedas con reglas del mercado de capitales. La UE promueve MiCA, enfatizando protección al consumidor y estabilidad financiera.
China mantiene una prohibición total, al menos en el continente. Rusia opta por una “mercado liderado por el Estado”, que no prohíbe totalmente ni permite la libertad total de negociación.
La divergencia en sí misma es interesante. Las criptomonedas ya no son un problema binario de “aceptar o prohibir”, sino un problema técnico de “cómo gestionar”.
Los países no abandonarán, solo perfeccionarán el control.
El ejemplo de Rusia muestra que un Estado puede aceptar los activos criptográficos sin perder el control.
La regulación no es “tener” o “no tener”, sino “cómo hacerlo”.
A medida que más países se den cuenta de que “prohibir” no es factible ni rentable, se moverán hacia controles más finos: requisitos de acceso, límites de negociación, seguimiento fiscal, monitoreo de fondos.
El concepto de “descentralización” de las criptomonedas enfrenta una respuesta positiva en la capacidad de gobernanza de los Estados.
05, Algunas observaciones frías
El mercado está en declive, probablemente muchos no hayan notado esta noticia.
El tamaño del mercado ruso es limitado, especialmente en el contexto de sanciones. Los minoristas tienen límites estrictos, solo los inversores calificados participan activamente.
Al mismo tiempo, “legalizar” no equivale a “liberalizar”. Rusia acepta las criptomonedas, pero con control estricto.
Para las criptomonedas, esto aumenta su legitimidad, pero también implica más regulación, identificación, impuestos y restricciones.
Si crees que el valor de las criptomonedas radica en “resistencia a la censura” y “libertad financiera”, el modelo ruso es exactamente lo opuesto.
Pero la institucionalización es una tendencia a largo plazo. Te guste o no, los activos criptográficos están siendo integrados en el sistema financiero existente.
ETF, custodia, licencias de bolsa, reglas fiscales, KYC/AML, son expresiones de esa institucionalización.
El caso de Rusia es solo un ejemplo más de esta tendencia.
06, Para terminar
La aceptación de criptomonedas por parte de la bolsa de valores de Rusia es un momento que merece ser registrado.
Es un ejemplo de cómo un país responde a una tecnología emergente, sin rechazarla por completo ni ceder el control, sino integrándola mediante el poder institucional en un marco gestionable.
Este proceso se repetirá en más países, solo que en diferentes formas y grados.
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¿por qué la política de activos criptográficos de Rusia ha cambiado de una "negación total" a una "entrada positiva"?
¿Qué puede hacer que un país pase de “prohibición total” a “listado de criptomonedas en la bolsa de valores”?
En 21 años, la directora del Banco Central de Rusia, Nabiullina, frente a las cámaras, con un tono indiscutible, dijo: nuestra actitud hacia las criptomonedas, en términos simples, es una postura de rechazo total.
En diciembre de 25 años, en el mismo país, Rusia, y en una institución financiera de nivel nacional.
La mayor bolsa de Moscú y San Petersburgo anunció públicamente: tecnología lista, solo esperando la entrada en vigor de la regulación el 1 de julio de 26 años.
Desde entonces, tanto los inversores minoristas como las instituciones pueden negociar criptomonedas en la bolsa de valores. Y además, con una aceptación positiva por parte de la bolsa, no como una concesión en la zona gris.
En cuatro años, Rusia pasó de “prohibición total” a “cómo gestionar”.
01, ¿Qué ha pasado?
En marzo de 25 años, Rusia lanzó un “sistema legal experimental” que permite el uso de criptomonedas en pagos transfronterizos.
En diciembre de 25 años, el Banco Central publicó un marco regulatorio integral, definiendo las criptomonedas como “activos monetarios”.
Hoy, en 25 años, las dos principales bolsas de valores nacionales anunciaron que la tecnología está lista y soporta este marco.
El 1 de julio de 26 años, la regulación entrará en vigor oficialmente, iniciando el comercio de criptomonedas.
Las reglas regulatorias también están claras.
Los inversores calificados podrán negociar sin límite, incluyendo instituciones financieras, personas de alto patrimonio y inversores profesionales.
Los inversores minoristas tienen un límite de 300,000 rublos por año (aproximadamente 3,200 dólares). Este límite no es alto, pero que se pueda negociar legalmente ya es un logro.
Todas las transacciones deben realizarse a través de una bolsa autorizada, y todos los participantes necesitan KYC y controles anti lavado de dinero.
Desde un punto de vista de diseño institucional, esto es una apertura bajo un control estricto.
02, ¿Por qué ahora?
Primero, las sanciones han impulsado la diversificación de instrumentos financieros.
En febrero de 22 años, Rusia fue expulsada de SWIFT, con activos en dólares congelados, y el pago transfronterizo se redujo.
Las criptomonedas se convirtieron en una fuente limitada pero real de liquidez adicional, no como una herramienta de especulación, sino como una ventana controlada para evadir restricciones.
Segundo, la industria de minería ya es una realidad.
Rusia es el segundo mayor país en minería de Bitcoin, solo después de EE. UU. La electricidad barata en Siberia, el clima frío y la capacidad energética ociosa tras las sanciones han hecho de la minería una industria concreta.
En 24 años, Rusia legalizó la minería de Bitcoin y la integró en su sistema fiscal.
Dado que las monedas minadas ya existen, surge la pregunta de cómo negociarlas, cómo valorarlas y cómo tributar. En lugar de que estas activos circulen en exchanges en el extranjero, es mejor crear un mercado local, al menos para tener control de datos y bases fiscales.
Tercero, la continuación de la narrativa de desdolarización.
Rusia ha estado promoviendo en los últimos años la “desdolarización”, aumentando la proporción de yuanes, oro y rublos en reservas y comercio.
Las criptomonedas se han incorporado a esta narrativa. No son un sustituto del dólar, pero sí una parte del sistema no dolarizado.
Poner la negociación de activos criptográficos en bolsas nacionales significa que el gobierno ruso considera que esta herramienta ya es lo suficientemente madura para integrarse en el sistema financiero formal, al menos en un rango controlado.
Esto revela un cambio en la lógica regulatoria, y no una narrativa simplificada de “Rusia apoya las criptomonedas”.
03, De “prohibir” a “domar”
La estrategia de Rusia no es abrazar el libre mercado, sino usar el poder estatal para incluir los activos criptográficos en un marco controlado.
Las transacciones se limitan a bolsas autorizadas, los participantes deben estar identificados, hay límites para minoristas, y todo el dinero es rastreable en toda la cadena.
Es una “incorporación institucionalizada”. Las criptomonedas dejan de ser “herramientas contra el sistema” y pasan a ser instrumentos financieros aceptados por el sistema.
04, La fragmentación regulatoria se acelera
A nivel global, las actitudes hacia los activos criptográficos están divergiendo.
EE. UU. impulsa ETF y regulación conforme, intentando domesticar las criptomonedas con reglas del mercado de capitales. La UE promueve MiCA, enfatizando protección al consumidor y estabilidad financiera.
China mantiene una prohibición total, al menos en el continente. Rusia opta por una “mercado liderado por el Estado”, que no prohíbe totalmente ni permite la libertad total de negociación.
La divergencia en sí misma es interesante. Las criptomonedas ya no son un problema binario de “aceptar o prohibir”, sino un problema técnico de “cómo gestionar”.
Los países no abandonarán, solo perfeccionarán el control.
El ejemplo de Rusia muestra que un Estado puede aceptar los activos criptográficos sin perder el control.
La regulación no es “tener” o “no tener”, sino “cómo hacerlo”.
A medida que más países se den cuenta de que “prohibir” no es factible ni rentable, se moverán hacia controles más finos: requisitos de acceso, límites de negociación, seguimiento fiscal, monitoreo de fondos.
El concepto de “descentralización” de las criptomonedas enfrenta una respuesta positiva en la capacidad de gobernanza de los Estados.
05, Algunas observaciones frías
El mercado está en declive, probablemente muchos no hayan notado esta noticia.
El tamaño del mercado ruso es limitado, especialmente en el contexto de sanciones. Los minoristas tienen límites estrictos, solo los inversores calificados participan activamente.
Al mismo tiempo, “legalizar” no equivale a “liberalizar”. Rusia acepta las criptomonedas, pero con control estricto.
Para las criptomonedas, esto aumenta su legitimidad, pero también implica más regulación, identificación, impuestos y restricciones.
Si crees que el valor de las criptomonedas radica en “resistencia a la censura” y “libertad financiera”, el modelo ruso es exactamente lo opuesto.
Pero la institucionalización es una tendencia a largo plazo. Te guste o no, los activos criptográficos están siendo integrados en el sistema financiero existente.
ETF, custodia, licencias de bolsa, reglas fiscales, KYC/AML, son expresiones de esa institucionalización.
El caso de Rusia es solo un ejemplo más de esta tendencia.
06, Para terminar
La aceptación de criptomonedas por parte de la bolsa de valores de Rusia es un momento que merece ser registrado.
Es un ejemplo de cómo un país responde a una tecnología emergente, sin rechazarla por completo ni ceder el control, sino integrándola mediante el poder institucional en un marco gestionable.
Este proceso se repetirá en más países, solo que en diferentes formas y grados.